Aunque se suele decir que hay trenes que sólo pasan una vez en la vida, Philippe Coutinho estará deseando que con él no se cumpla la sentencia. El de Sao Paulo fue el gran damnificado en la disputa veraniega entre el Liverpool y el Barça, pero ni siquiera su voluntad pública de vestir de azulgrana sirvió para poder cumplir sus deseos. Ahora, en un equipo que no arranca, sigue decidido a marcharse.
Pese a que los ingleses se enorgullecieron de retenerle como si de un fichaje se tratara, no han logrado aprovechar al que debía ser el líder del nuevo proyecto europeo en Anfield. Aun así, la Champions es la competición en la que mejor están yendo las cosas, aun siendo una goleada contra el Maribor el mejor resultado tras dos decepcionantes empates.
Apeados de la EFL Cup por el Leicester, las cosas no van demasiado bien en la Premier, donde han quedado rezagados en apenas 9 jornadas. Sólo tres victorias ha alcanzado el conjunto que dirije Jürgen Klopp, además de cuatro empates y dos derrotas, incluyendo la última, y dolorosa, debacle en Wembley, donde el Tottenham se ha impuesto por 4-1.
Contra los grandes se está resquebrajando la criticada defensa 'red', y aunque logró golear a un Arsenal en horas bajas, los 'gunners' también les han pasado en la clasificación. A sólo tres puntos de las plazas que dan acceso a competiciones europeas, el Liverpool sí ha quedado apeado de la lucha por el liderato, al que ya ve a 12 puntos.
El Barça, la vía de escape
Tal y como están las cosas, Philippe Coutinho podría tratar de forzar su salida en el próximo mes de enero, en el que el FC Barcelona no querrá enredarse tanto como hace unos meses. Si los azulgrana se mueven por el brasileño, no tolerarán otro enroque del Liverpool, y si deciden esperar al verano, el PSG podría convertirse en opción para el de Sao Paulo. Lo que empieza a tener claro es que sus días en Anfield están contados.