El presidente del PSG, Nasser Al-Khelaifi, ha reunido en la escuadra parisina a una de las mayores concentraciones de talento de la historia del fútbol, una que solo la “época de los galácticos” del Real Madrid podría llegar a equipararla.
La llegada de Leo Messi el pasado verano junto con Sergio Ramos (pese a que aún no debuta), Donarumma o Achraf completó una plantilla de pesos pesados para Mauricio Pochettino, responsable de convertir a un equipo que aún sigue siendo visto como un álbum de cartas de jugadores famosos en el campeón de Francia y Europa. Sin embargo, no es un trabajo sencillo ya la gestión de los egos es otro factor a considerar.
Con cada derrota que sufre el equipo las grietas crecen en lo que ya es un club que tiene un frágil equilibrio en un vestuario que no parece encontrar una cohesión total. E l último traspiés ante el Rennes 2-0 ha generado muchas críticas contra la escuadra francesa. No solo a nivel de prensa, sino también internamente.
La imagen del tridente que forman Messi, Neymar y Mbappé después de haber vencido al Manchester City en la Champions parece ser solo una simple fachada y una forma de ocultar la gran cantidad de conflictos que existen dentro de la plantilla dirigida por Pochettino.
De hecho, la tensión entre los futbolistas de la escuadra francesa no es algo que comenzara hace poco. Todo parece haber comenzado desde que Neymar llegó a Francia una vez salió de Barcelona, en agosto de 2017. En aquel entonces también llegó al club francés Kylian Mbappé del Mónaco y, desde que se juntaron en París, la relación entre ambos se ha fundamentado entre la competitividad, los acercamientos y un sinfín de polémicas.
El más conocido fue una especie de broma en la final de la Supercopa de Francia disputada en 2019. El brasileño no pudo disputar dicho encuentro por sanción y, tras ganar los parisinos y Neymar juntarse con los jugadores para la fotografía, Mbappé apartó a su compañero con un gesto ambiguo. El brasileño pareció aceptar esto, pero Marco Verratti lo volvió a juntar con el equipo para la foto.
Una relación de conveniencia
Durante cinco temporadas los dos futbolistas se han 'soportado'. Eso sí, ambos intentan aportar talento por el bien del colectivo, pero siguiéndose de cerca y sin dejar de lado sus aspiraciones e intereses. Como cuando Neymar intentó regresar al Barça para volver con Messi o Mbappé quiso fichar por el Real Madrid. Al-Khelaïfi terminaría dándole luz roja a ambas operaciones, lo que afectó la relación de ambos por mucho que lo nieguen y disimulen. De acuerdo a lo que el diario Sport ha podido saber, la llegada de Messi, quien es amigo personal del brasileño desde sus días en el Barcelona, ha provocado un gran cambio en los equilibrios del vestuario
De eso se quejaba el francés en su último roce. Mbappé fue sustituido en el compromiso del PSG con el Montpellier el pasado 25 de septiembre. Las cámaras captaron el feo comentario que dijo del brasileño: "Ese pordiosero no me la pasa", dijo con molestia. Las imágenes acordadas y del protocolo son una cosa, pero las reacciones espontáneas pueden mostrar la realidad, y todo apunta a que la relación entre ambos no es para nada amistosa.