Frenkie de Jong fue la primera joven promesa del Ajax en decidir dejar el club neerlandés la temporada pasada. El mediocentro decidió aceptar la propuesta del FC Barcelona en enero de este 2019 para jugar en el conjunto barcelonista a partir de junio. Los culés pagaron 75 millones de euros por él y se adelantaron a otros grandes de Europa como Paris Saint-Germain o Manchester City, que además ofrecían más dinero.
Tras De Jong, el siguiente en tener que tomar la decisión de salir de Amsterdam fue Matthijs de Ligt. El central y capitán del equipo 'ajacied' también tenía una oferta en firme del Barça en su mesa, pero él prefirió dejarla pasar. El zaguero, aconsejado por Mino Raiola, prefirió aceptar la oferta de la Juventus de Turín, que le ofrecía un salario bastante más jugoso que el que le había propuesto el Barcelona.
En Turín no le está yendo todo lo bien que se esperaba y le está costando adaptarse al fútbol italiano. Poco a poco parece que está yendo a más y en la Juve se espera que pronto sea el defensa que lideró al Ajax en la pasada Champions League. De Jong, hace poco, se refirió a su amigo y ex compañero y afirmó que el hecho de que decidiera irse a Italia no implica que no pueda fichar por el Barça en el futuro.
Las declaraciones del blaugrana han llegado a oídos del zaguero, que ha dejado claro que se encuentra feliz en la Juve y que espera poder quedarse allí durante mucho tiempo. "Me siento muy bien en Turín, aunque es diferente a Amsterdam. Espero quedarme en la Juventus muchos años", apuntó.
El defensa quiso explicar los motivos por los que se siente tan bien en el equipo bianconero y lo que le llevó a aceptar su oferta en verano. "En la Juventus me siento muy feliz cada día, estar en un club como este solo puede hacerte sentir un honor muy grande. Siempe me ha gustado la Juve, ha tenido grandes campeones y es un privilegio poder vestir ahora esta camiseta", declaró.
Un defensa llamado a marcar una época
Aunque sus primeros meses en el Calcio no han sido buenos, en el Ajax De Ligt demostró que tiene todo lo necesario para marcar una época en Europa. El holandés tiene carácter, liderazgo, buen trato de balón, es poderoso por arriba y es potente cuando debe ir al cruce. En carrera no es rápido, pero en la pasada Liga de Campeones demostró que su falta de velocidad y agilidad no es un problema gracias a su gran conocimiento del juego. Solo parece cuestión de tiempo que saque su mejor versión también en Italia.