Oficialmente, Kylian Mbappé se ha despedido del Parque de los Príncipes tras liderar al Paris Saint-Germain durante los últimos siete años. Ha dado el último adiós a la afición en una noche muy agridulce con la derrota ante el Toulouse antes de la celebración del título de la Ligue 1. Él se había encargado, precisamente, de abrir el marcador en una noche que, en papel, iba a ser tranquila para los de Luis Enrique. 

El de Bondy se marcha de París en una noche extraña. Fue pitado, tímidamente, en la previa del enfrentamiento cuando la megafonía anunció que iba a ser titular. Eran muy pocos los aficionados reunidos en el feudo parisino, pero la historia cambió cuando, minutos antes del pitazo inicial, se rompió el protocolo y los ultras del PSG homenajearon a Mbappé con un emotivo tifo que él agradeció personalmente. Su club no tuvo nada que ver con ello.

El PSG se 'olvida' de Mbappé

Una vez comenzado el enfrentamiento, Mbappé demostró lo que mejor sabe hacer: desequiibrar los partidos con un control o un regate. Esta vez, contra el Toulouse, dejó las dos. Arnau Tenas envió un balón en largo que encontró al atacante de 25 años en carrera hacia el área rival. Se sacó un truco de magia para controlar, regatear a Restes y definir, a portería vacía, para abrir el marcador antes de los diez minutos. El VAR revisó la jugada por una posible posición adelantada, pero no había nada. 

Hasta allí, todo era alegría en el Parque de los Príncipes, pero el Toulouse no dejó que la fiesta siguiera. Se hicieron rápidamente con el control del partido y firmaron las tablas cinco minutos después de la diana de Mbappé después de una gran acción colectiva que acabó con un disparo de Dallinga para vencer al guardameta catalán. La historia no cambió demasiado en la reanudación y Gboho sorprendió al PSG con un disparo de larga distancia, directo al palo largo, antes de que Magri firmara la sentencia en el descuento. 

Mbappé tuvo un 'susto' y se quedó sin homenaje

Ha sido la despedida más 'amarga' posible para un Mbappé que tuvo un susto tras una entrada que pintaba mal, pero quedó en nada, y que ha dicho adiós como un jugador más. El club presidido por Nasser Al-Khelaïfi no le organizó ningún tipo de homenaje y solo fue 'celebrado' por los ultras antes del partido. El adíós más frío después de siete años en la capital de Francia que se han saldado, hasta ahora, con 256 goles en 307 enfrentamientos.