La rectora de la Universidad para Extranjeros de Perugia (Italia), Giuliana Grego Bolli, que ya había sido suspendida durante ocho meses, presentó finalmente su dimisión a raíz del escándalo de un supuesto examen de nacionalidad falso que el ex jugador del Barcelona, Luis Suárez, habría presentado ante autoridades de ese país bajo la mirada cómplice de directivos de la universidad para extranjeros.
"Es una decisión que tomé con mucho sufrimiento", escribió Grego en un comunicado reseñado en una publicación de AS. "Ha sido un honor servir a la universidad donde trabajé como profesora durante más de 40 años", agrega en el texto la rectora quien tomó la decisión debido a la "grave crisis en la que se precipitó nuestra institución" y "la necesidad de buscar una solución sin esperar el mes necesario".
Por el caso no solo ha sido suspendida la mencionada rectora, sino también el director de la referida entidad, Simone Olivieri, así como los profesores que examinaron al delantero uruguayo después de que la Fiscalía de Perugia concluyera en su investigación que "los contenidos de la prueba habían sido comunicados previamente al propio jugador, llegando a predeterminar el resultado y la puntuación del examen".
Los funcionarios de la Fiscalía de Perugia no solo investigan a los directivos de la Universidad, sino también al jefe del área deportiva de la Juventus, Fabio Paratici, y a los abogados del referido club italiano. La referida fiscalía sostiene que a través de comunicaciones vía correo electrónico le habrían proporcionado al actual delantero del Atlético Madrid las preguntas y respuestas del examen que tendrían como objetivo medir su nivel de dominio del idioma italiano, para que le fuera aprobado el pasaporte y la ciudadanía del referido país el pasado 17 de septiembre.
Varios de los correos electrónicos que probarían la irregularidad ya están en manos de las autoridades italianas, los cuales contenían un libreto de preguntas que el profesor examinador le haría a Suárez así como las respuestas que éste debía proporcionar. El primer correo electrónico fue enviado a Suárez el día 10 de septiembre e incluía lo siguiente: "Bienvenido, preséntese y hable un poco de usted".
"Vivo en Barcelona, en España, desde hace seis años. España me gusta mucho, dos de mis hijos nacieron en España. Barcelona me gusta mucho, me fui de vacaciones a Barcelona cuando tenía quince años y me gustó mucho. Llevo diez años casado. Mi mujer se llama Sofía y es uruguaya, pero tiene pasaporte italiano. Tengo tres hijos: una niña que se llama Delfina y tiene diez años, un niño que se llama Benjamín y tiene siete años. El último niño se llama Lautaro y debe cumplir dos años", debía responder Luis Suárez.
"Jugué en la selección uruguaya, en Holanda, en el Liverpool en Inglaterra y luego en el Barcelona en España. Me gusta mucho mi trabajo de futbolista profesional. El fútbol es mi pasión. Me gusta mucho estar con mi familia. Juego mucho con la Playstation", debía proseguir responder.
En días posteriores al envío del referido email, Suárez supuestamente recibió otros correos con más preguntas y respuestas para aprobar el examen. Por este escándalo, las autoridades italianas separaron de sus funciones durante ocho meses a los responsables de la Universidad para Extranjeros de Perugia que habrían organizado y falseado el examen de ciudadanía de Suárez, quien por aquellas fechas buscaba concretar su fichaje en la Juventus.
Luis Suárez no responde
Desde el 6 de diciembre autoridades italianas han solicitado al ex jugador del Barca que rinda declaración en aras de que se complete la investigación. Incluso se le ha ofrecido la opción de que declare a través de videollamada, sin embargo, éste no ha respondido.
Por su parte, meses atrás el presidente de la Juventus se desmarcó del hecho y negó que el club estuviera involucrado en la irregularidad del posible examen falso a Luis Suárez, ya que públicamente habían anunciado que no sería fichado, argumentando que ese examen “el jugador ha decidido afrontarlo por su cuenta a pesar de que la Juventus ya le había comunicado y públicamente la voluntad de no ficharle".
No quería irse del Barça