En su exitosa carrera, José Mourinho solo había recibido cinco goles en dos oportunidades. La primera de ellas fue en el Real Madrid en el Camp Nou frente al FC Barcelona de Pep Guardiola en 2010 (5-0), mientras que la segunda fue ante el Tottenham cuando dirigía al Chelsea FC en el día de Año Nuevo en 2015 (5-3), y fue este miércoles cuando esta marca sufrió una nueva ruptura.
El Everto de Carlo Ancelotti fue el tercero en sumarse a la lista tras el compromiso por octavos de final de la FA Cup, que tuvo un cierre de locos. Los 'toffees' estamparon su nombre entre los ocho mejores clubes del certamen tras vencer a los ‘spurs’ por 5-4. Necesitaron ir a la prórroga para poder definir el pase ante el conjunto londinense en un partido cargado de emociones, goles, paradones… En definitiva, no apto para cardíacos.
Everton y Tottenham anotaron un total de nueve goles en 120 minutos. Y lo que hizo aún más especial la marca es que dos de los referentes respectivos a cada equipo, Bale y James, estuvieron fuera de la convocatoria. Y aún considerando este factor, sobre la alfombra verde ocurrió de todo. Davinson Sánchez adelantó al Tottenham e hizo un doblete después. Calvert-Lewin (lesionado en la segunda mitad), Richarlison y Sigurdsson, desde los doce pasos, remontaron el tanto del colombiano con tres dianas en siete minutos.
Antes del descanso, Lamela colgó un 3-2 en el marcador que a la postre transformó Davinson en el 3-3. El colombiano firmó un par de goles. Y Son, pletórico, vivió un partidazo repartiendo asistencias a sus compañeros. Richarlison también tomó parte en el ‘toma y dame’, y quiso marcar un doblete, pero Harry Kane llegó al rescate: 4-4 y a la prórroga. Cada centro lateral y cabezazo significó una tortura para Olsen y la defensa azul.
Final de infarto
Fue en el agónico tiempo extra cuando apareció Bernard para darle la victoria al Everton al minuto 97, lo que significó el punto de quiebre definitivo para los de Mourinho. Debido a la intensidad del partido, se esperaba que los ‘spurs’ se volcaran al ataque en busca del resultado favorable que le permitiera llegar a la última instancia, o terminar con la incertidumbre del gol y respuesta, pero esto no sucedió. Finalmente, el club londinense vio mermado su ataque y el Everton se replegó de manera efectiva para sellar su triunfo.