Pep Guardiola siempre había dejado caer que no iba a tener una carrera excesivamente longeva como entrenador. El de Santpedor parecía que tenía decidido que iba a retirarse de los banquillos a una edad relativamente temprana y de con este pensamiento había estado trabajando hasta ahora. No obstante, algo ha cambiado en su forma de ver las cosas, tal y como han demostrado sus últimas declaraciones.

"La experiencia te ayuda, especialmente en la manera en la que yo vivo esta profesión. Antes pensaba que me retiraría pronto, ahora creo que me retiraré más mayor", afirmó el técnico del Manchester City. Unas palabras que ponen de manifiesto que sus últimos años en Inglaterra al frente del conjunto inglés le han hecho cambiar de parecer, ya que hasta ese momento tenía en mente la retirada temprana.

Hay que destacar que Guardiola es a sus 49 años uno de los mejores entrenadores de la historia. De hecho, recientemente fue elegido el mejor del siglo XXI en los Golden Globe Soccer Award por encima de José Mourinho o Sir Alex Ferguson, técnicos con muchísima más experiencia que él, más mayores y con trayectorias mucho más largas en el banquillo.

A pesar de su edad, el catalán ha logrado todo en el mundo del fútbol y ahora solo sueña con ganar la Champions League con el City. Con los 'cityzens' también lo ha ganado todo menos la Liga de Campeones, que es su único lunar y su gran cuenta pendiente. Esta temporada intentará hacerse con la 'Orejona' de una vez por todas, pero pase lo que pase intentará conseguirla el año que viene, el siguiente o el próximo.

Puede que sus triunfos con el FC Barcelona le hicieran ver su carrera en los banquillos desde un prisma distinto al que tiene en estos momentos. Ganar tanto como ganó Guardiola en el inicio de su etapa como entrenador no debe de ser nada fácil de gestionar. El hambre de victorias y el sacrificio para llegar a ser el mejor en la élite desgasta mucho y puede que por eso Pep no se viera en esa posición demasiados años.

En el City ha encontrado la calma que necesitaba

En el Bayern de Múnich también triunfó, pero no logró llevarse la ansiada Copa de Europa, algo que puede que le diera cierta ansiedad o le añadiera presión. En Manchester tampoco la ha ganado, pero ha encontrado un ecosistema perfecto para desarrollar su idea de juego y su visión. La directiva está con él pase lo que pase y gane lo que gane, tiene todo el poder en las decisiones deportivas y no podría ser más feliz en todos los sentidos. Esta campaña ha renovado hasta 2023 y puede que esta tranquilidad ha sido la clave para que se replantee su futuro en los banquillos.