Apenas terminó la pasada temporada el PSG hizo público que necesitaba cambiar su camino deportivo, tratando de tener un perfil más bajo. Un mensaje que apuntaba claramente hacia Neymar, de quien se estuvo pensando en la capital de Francia sobre una posible salida en el mercado verano. Sin ganas de marcharse, al brasileño le molestó especialmente que fuera Mbappé quien intentara forzar ese movimiento, después que el francés firmara su renovación hasta 2025.

Neymar, el aún dueño del vestuario, recriminó a su compañero que entrara en ese juego, apunta 'Mundo Deportivo', y desde ese momento la relación entre ambos no es la mejor. No ayuda que ambos futbolistas quieran ocupar cada semana el papel de protagonista en un PSG, en el que su nuevo entrenador, Christophe Galtier, es consciente que tiene que aprender a gestionar los egos tan grande que ahora tiene bajo su mando.

Mbappé, según reconoció el propio técnico es el número uno de la lista a la hora de lanzar un penalti, a pesar de que el sábado por la noche erró el suyo contra el Montpellier. Tras esa acción, Neymar le impidió que se redimiera desde los once metros. El '10' brasileño se encargó de lanzar el segundo penalti y la polémica vino después.

Varias cuentas de Twitter criticaron que el galo asumiera esa responsabilidad por delante de Neymar, y este dio repercusión a dos cuentas al darle al icono de 'Me gusta': “Ahora es oficial, Mbappé tira las penas máximas en el PSG. Claramente es una cosa de su contrato, porque en ningún club Neymar sería el segundo lanzador”.

Otra más

Mbappé también se vio molesto con Vitinha por una jugada en el primer tiempo en la que el portugués no le pasó la pelota en un contragolpe. El campeón del mundo abandonó la carrera después de pasar la mitad del campo y se desentendió de la jugada: “Es un jugador competitivo, tiene mucha personalidad y le hubiera gustado continuar esa acción. Son cosas que pasan, pero no tiene trascendencia. A Kylian le falta un poco más de preparación”, explicó Christophe Galtier.