Ibrahimovic anota su gol 400 a la Roma de Mourinho

En una noche histórica para Zlatan Ibrahimovic, el Milán venció n el Olímpico a la Roma de José Mourinho (1-2), lo que permite a los de Stefano Pioli seguir en la pelea por el liderato de la Serie A con el Nápoles que se mantiene a la cabeza por diferencia de goles.

Ibra marcó de falta el primer tanto para el Milán, un gol que es el número 400 que logra anotar en campeonatos nacionales y el número 150 en el torneo liguero italiano. El segundo fue obra de Franck Kessié quien aprovechó un penalti.

El partido

El Milán empezó jugando con un gran nivel e Ibrahimovic hizo gala de su futbol para llevar a su equipo arriba en el marcador. Fue en el minuto 25 cuando el ex delantero azulgrana cobró una falta de Karsdorp, una por la que Mourinho protestó. La Roma mejoró en su futbol producto de que se encontraba abajo en el marcador, liderada por Lorenzo Pellegrini y Nicolò Zaniolo, pero el gol no pudieron encontrarlo al principio.

En cambio, era la noche de Ibrahimovic, a quien le fue anulado por fuera de juego un gol que consiguió anotar en el 50, pero que en el minuto 54 forzó un penalti que Kessié terminó cobrando con éxito. El Milan ya sumaba 2 goles a su favor.

En el minuto 66, fue expulsado por parte del Milán Theo Hernández por una entrada sobre Pellegrini. Esto le dio a la Roma un empuje para lanzarse al ataque para intentar voltear el partido. Zaniolo tuvo una doble ocasión, pero no fue hasta los minutos añadidos que los de Mourinho lograron anotar su primer y único gol por una acción de Stephan El Shaarawy.

Un zurdazo de Carles Pérez lo desvió el portero del Milán, Ciprian Tătărușanu. Pese a los intentos de la Roma, que realmente llegó a hacer sufrir en esos minutos finales al Milan, al final terminaron siendo derrotados 1-2 y el equipo de Ibra se mantiene en la pelea contra el Nápoles por el liderato de la serie A. Sin embargo, el Nápoles sigue en el puesto 1 con diferencia de goles pese a que ambos tienen la misma cantidad de puntos.

Rajada de Mourinho

El partido, que fue todo un hito para el sueco, no fue muy agradable para el técnico portugués y ex míster del Tottenham, ya que éste se le vio muy molesto por el arbitraje y respecto al mismo solo declaró lo siguiente: "Si hablo, el próximo domingo no estoy en el banquillo. Me da rabia la falta de respeto a nuestra hinchada, incluso en un partido en el que no jugamos bien. El respeto que nosotros tenemos, otros no tienen. Me da rabia, pero basta. Si hablo, la semana que viene no estoy en el banquillo".