Iniesta brilló y se lesionó en la despedida del fútbol de Fernando Torres

Fernando Torres se despidió del fútbol profesional de la peor manera posible. El de Fuenlabrada cayó con el Sagan Tosu japonés ante el Vissel Kobe de Iniesta, Villa, Vermaelen y Samper​ por un contundente 1-6. Los visitantes golearon en un gran encuentro de todo el grupo, en especial de un Andrés Iniesta que marcó gol y que dejó grandes detalles.

'El Niño' no pudo marcar en su adiós y se marchó goleado tras 18 años de fútbol al más alto nivel. El llamado 'Mago de Fuentealbilla' fue el gran culpable de que Torres no pudiese despedirse con un resultado mejor. El de Albacete se hizo el dueño del partido muy pronto y el primer tanto del Kobe llegó a los 11 minutos de choque.

El Sagan Tosu no se repuso al gol de Yamaguchi y en el 20 Iniesta puso el 0-2. Solo tres minutos después llegó la sentencia de Tanaka desde el punto de penalti para dejar el encuentro prácticamente visto para sentencia. El manchego dio una clase maestra de cómo jugar al fútbol durante prácticamente 45 minutos, pero antes del descanso se tuvo que marchar lesionado.

El ex del FC Barcelona sintió un pinchazo cuando aguantaba el balón y tuvo que irse del terreno de juego con el 0-3 en el marcador. Antes de irse, eso sí, el de Fuentealbilla tuvo tiempo para abrazarse y despedirse de un Fernando Torres que lo dio todo desde el primer al último minuto que estuvo en el campo. 

David Villa salió al terreno de juego a falta de poco más de diez minutos para el final. El asturiano fue suplente ante el Sagan Tosu, pero estuvo a buen nivel el tiempo que jugó. El ex valencianista y azulgrana coincidió por última vez con Torres tras formar una pareja letal en la selección española durante varios de los títulos del combinado español.

Torres pudo marcar gol

El ex del Atlético de Madrid tuvo hasta tres ocasiones de gol claras para marcar, pero desaprovechó todas. Thomas Vermaelen, que también fue titular, marcó en propia meta el gol del honor para el Sagan Tosu. 'El Niño' lo dio todo, corrió como el que más y se fue del estadio entre aplausos tras una carrera de leyenda.