Junior Firpo dispara con bala contra el Barcelona desde Inglaterra

“En dos semanas aquí he visto más videos individuales que en dos años en el Barcelona”, esa es la frase viral que está en todos lados luego de haber salido de la boca de Junior Firpo, ex jugador culé que estuvo dos temporadas en el club y este verano fue traspasado al Leeds United de la Premier League.

La salida del lateral izquierdo dejó muchos recuerdos malos a pesar de sus pocos minutos, porque desde que llegó no fue capaz de enfrentarse a la competencia de Jordi Alba, que de entrada era el titular del equipo pero sabiendo que en el ex Betis podía tener descanso. Ni Firpo lo entendió, ni los técnicos lo vieron así.

Muy pocas son las buenas acciones del defensor que no tuvo acomodo en ningún esquema y que tampoco se ganó a la grada. Su distancia era obvia por su poca implicación en la dinámica del equipo, pero también fue nulo su aporte en medio de las oportunidades que llegaron a ver a Lenglet de lateral izquierdo por delante de él.

Pero no todo es su culpa, porque el reclamo para coincidir con algunas de las cosas que han hecho mucho ruido en los últimos años del club, desde Valverde, que en alguna conversación privada dejó caer que los jugadores no querían que los apretaran, algo similar a lo que llegó a insinuar de forma tímida Quique Setién.

Algo de razón llevaba alguna de las partes, pero a falta de saber cuál, porque con la llegada de Koeman no aparecieron soluciones muy efectivas pero sí se vio a una plantilla capaz de enderezar el rumbo de una situación complicada, con mejor estado físico y un juego que por momentos hizo aplaudir a la grada.

Tal vez no hubo videos individuales pero sí que algo de trabajo trajo el holandés con su llegada al banquillo, tal como se pudo ver con línea de cuatro defensas y luego de tres, con Griezmann jugando al lado de Messi, en un extremo, por detrás del argentino o incluso en punta, sin olvidar la polivalencia de Frenkie De Jong, que solo le faltó ser portero y delantero.

Nuevo comienzo

La 21/22 solo confirma lo anterior, ya que el Barcelona comenzó enchufado y no precisamente por hacer cuatro goles, sino porque durante 70 minutos fue amo y señor del juego, porque en un punto de desconcentración de los habituales se puso el mono y bajó al fango para recomponer y marcar otro. Firpo puede llevar algo de razón, pero poco demostró querer cambiar aquello.