En una noche para el olvido, el Bayern Múnich cayó en los dieciseisavos de final de la Copa Alemana en tanda de penales frente al modesto Holstein Kiel de la segunda división de la Bundesliga, equipo que logró una hazaña que será enmarcada eternamente por el fútbol alemán.

A fuerza de garra y buen fútbol, el conjunto del norte de Alemania plantó cara a todo un Bayern que no pudo vencer en el tiempo reglamentario, y que no rompió con la igualdad en la prórroga del compromiso. Aunque la victoria del Kiel fue merecida, Marc Roca llevará en sus hombros el peso de la derrota tras haber sido el único que falló desde los doce pasos, y permitió así la eliminación del Bayern, que no era despachado en dicha instancia del certamen copero desde el 2000. 

Transcurrieron los minutos en el Holstein-Stadion y ocurrió lo que todos esperaban. Los de Hansi-Flick se hicieron con el dominio de la redonda y no tardó en romper con el cero en el marcador, gracias al tanto de Serge Gnabry en el minuto 14 que partió en posición ilícita, pero que no fue anulado por la ausencia del VAR en la competición copera alemana. A la postre, padecieron de las carencias que vienen arrastrando durante toda la temporada. Los espacios habilitados por la defensa fueron aprovechados, y Bartels se encargó de convertir esa ventaja en el tanto de la igualdad al 37’.

Sin tiempo siquiera para levantarse y sacudirse, Manuel Neuer volvió a ver cómo su fortaleza cayó nuevamente, pero esta vez el cuerpo arbitral acertó y anuló la diana de Lee por fuera de juego. El campeón de la Bundesliga pasaba por el peor momento del partido, pero uno de sus astros apareció y respondió a las críticas en su contra clavando un libre directo a la escuadra del Kiel para aventajar nuevamente a un Bayern que siguió sufriendo hasta el final. Y en la agonía del compromiso, un cabezazo de Wahl mandó la redonda al fondo de la red defendida por Neuer para mandar el choque a la prórroga.

La vergüenza y el honor se encontraron en el campo

El tercer clasificado de la Bundesliga 2 fue llamado a una cita con la historia, y no falló. El corazón y la garra impulsaron a los pupilos de Ole Werner durante el transcurso de los 120 minutos. Bartels tuvo la chance en sus pies, pero no pudo enganchar el balón. Por su parte, Davies intentó romper con el padecimiento del Bayern con un zurdazo, pero Gelios repelió el peligro. El guardameta griego también desvió un remate de Marc Roca, que saltó al campo para sustituir a Gnabry. No hubo manera, el Kiel resistió las embestidas del conjunto bávaro y llevó el choque a la definición por penales. Todos acertaron, excepto Marc Roca. Entre la vergüenza y el honor, Kiel cayó rendido al éxtasis del triunfo.