Pocos son los equipos que han ganado al Liverpool esta temporada, pero desde este sábado, el Watford puede presumir de ser uno más. En Vicarage Road hubo sorpresa porque los locales luchan por la permanencia y se jugaban mucho, y porque los visitantes mostraron un nivel al que los aficionados no están acostumbrados. La mezcla de sensaciones provocó la primera derrota de la campaña en la Premier League.
El conjunto que dirige Jürgen Klopp ya no será 'invencible', y el técnico lo prefiere para que se deje de hablar de récords. El alemán estaba algo agobiado por los elogios debido a 44 partidos consecutivos sin perder -desde enero de 2019-, y ahora puede centrarse en remontar al Atlético de Madrid su eliminatoria de Champions League -1-0 a favor de los españoles-. Si no hay hecatombe en Anfield, el título liguero no corre peligro.
El primer tiempo ya demostró que los 'hornets' estaban mucho más metidos en el duelo que los 'reds', que pese a su dominio territorial, no dispararon más que una vez sin atinar entre los tres palos. Las noticias eran preocupantes porque a Alisson estaba exigido pese a que delante tenía a los titulares, aunque el golpe más duro fue para los de casa, que perdieron a Gerard Deulofeu por una lesión fortuita que parece grave.
Todavía con el susto por el percance del catalán en la rodilla derecha, que le obligó a ser retirado en camilla y con oxígeno, se estrenó la reanudación, que certificó el hundimiento del líder. El primer gol del encuentro, obra de Ismaïla Sarr, fue un buen retrato de lo que sucedió sobre el césped. Un saque de banda en zona ofensiva fue defendido, si es que se puede llamar así, con tanta pasividad, que Abdoulaye Doucouré se coló entre tres oponentes y lanzó un pase de la muerte que su compañero apenas tuvo que empujar en el área pequeña.
Y lo peor estaba por venir, porque en poco más de un cuarto de hora, los pupilos de Nigel Pearson se regalaron una valiosa goleada. No mucho después de abrir la lata, Troy Deeney tiró un pase-despeje desde la banda derecha que habilitó de nuevo al senegalés, que retrató a la zaga foránea y superó al cancerbero picando el balón. Los dos fueron protagonistas también en el 3-0, cuando Trent Alexander-Arnold regaló el esférico, el africano lo aguantó y devolvió la asistencia al inglés para que este anotara a placer.
El Liverpool tiene la cabeza en la Champions
El Liverpool ha sufrido un ligero bache, pero debe sacudirse el despiste porque en unas semanas se juega la Champions. El Watford disfrutará de un triunfo que le saca de la zona de descenso y su rival se puede dar por advertido, ya que se medirá al Chelsea en la FA Cup y al Bournemouth en la liga antes de recibir al Atlético en Anfield, donde pretende neutralizar el 1-0 que le derribó en el Wanda Metropolitano.