A Neymar Jr le da igual que le piten, que le critiquen o que digan que está más fuera que dentro del Paris Saint-Germain. El brasileño ha empezado la temporada como un tiro y en el partido de este fin de semana ha vuelto a demostrar su calidad una jornada más. El '10' marcó el gol de la victoria parisina ante el Girondins de Burdeos por 0-1.
El delantero de la selección de Brasil anotó la única diana del encuentro en el minuto 70, cuando el PSG buscaba el gol con insistencia. Minutos antes de la diana del 'crack', Thomas Tuchel había dado entrada a Kylian Mbappé, que regresaba de la lesión que le ha mantenido apartado de los terrenos de juego un mes.
Precisamente la estrella francesa fue quien le puso en bandeja el tanto a Neymar tras un gran robo del incombustible Gueye. La conexión Mbappé-Neymar vuelve a darle frutos al PSG después de una temporada pasada en la que no lucieron tanto como debería por culpa de las lesiones del brasileño.
El PSG pudo marcar varios goles a lo largo del encuentro, pero le faltó acierto de cara a puerta y al final se tuvo que conformar con ganar por la mínima. En defensa, eso sí, los franceses no lo pasaron mal y Keylor vivió un partido bastante plácido. Costil, meta del Burdeos, sí lo pasó bastante mal y fue uno de los culpables de que los galos no ganaran por más goles de diferencia.
Neymar le declara su amor al PSG
Neymar Jr, que lleva ya tres dianas en lo que va de curso, habló tras el encuentro y sorprendió con sus declaraciones. El delantero comparó su relación con el PSG y con sus aficionados con una pelea de novios. "Estoy muy feliz de poder ayudar al PSG, va mejor con los aficionados. Es como con tu novia, en un momento eres malo, pero con abrazos y mucho amor, va mejor. Estoy aquí para dar mi vida por el PSG", dijo el brasileño.
Lo cierto es que, para que los franceses hagan algo grande esta campaña en Europa, la presencia de un Neymar en forma y feliz es totalmente necesaria. El ex del Santos es uno de los mejores del mundo y, a pesar de Mbappé, sigue siendo el mejor del PSG. Si se termina de reconciliar con la afición parisina, los galos podrían empezar a dar miedo en Europa.