Con la llegada de Lionel Messi al Paris Saint-Germain, el equipo que dirige Mauricio Pochettino puede conformar una de las plantillas más competitivas del mundo, que además cuenta con Kylian Mbappé, Neymar Jr., Sergio Ramos, Gianluigi Donnarumma o Ángel Di María.
E incluso no se descarta la posibilidad de lanzar una oferta por Cristiano Ronaldo en 2022 cuando el vínculo del portugués con la Juventus termine quedando sin efecto en junio, cuando también expiraría el contrato de Mbappé con los parisinos, antes de marcharse, posiblemente, al Real Madrid.
No obstante, tener a tantas figuras de ese nivel en una misma plantilla, que conlleva un gasto superior a los 300 millones de euros por concepto de salarios, algo que parece haber pasado desapercibido para la UEFA, que en casos similares no se ha mostrado tan flexible con otros equipos.
La Ligue 1, con mayor flexibilidad financiera
La respuesta podría radicar en que la normativa del fair play financiero no se aplica antes de una temporada, sino después, por lo que los parisinos remitirán su balance una vez que culmine el curso. No ocurre así en el caso de LaLiga, donde las cuentas deben estar claras desde el principio.
Asimismo, la Ligue 1 no cuenta con un límite salarial como en el caso del torneo español, por lo que será posible ver a tres atacantes que suman una valor de 100 millones de euros en sus fichas: 37 en el caso de Messi, 36,8 millones para Neymar y 25 para las cuentas de Kylian Mbappé.