La tarde-noche de este pasado domingo dejó dos goleadas históricas en la Premier League. Primero, el Tottenham de José Mourinho humilló al Manchester United en Old Trafford con una aplastante victoria por 1-6. Los 'spurs' fueron muy superiores y aprovecharon que los 'red devils' jugaron con uno menos desde el minuto 28 de la primera parte. Pero poco después, el campeón de la Premier iba a solidarizarse con los de Solskjaer en el Villa Park.

El Liverpool cayó frente al Aston Villa por un humillante 7-2, la peor goleada que ha recibido en contra desde el año 1963. Los de Jürgen Klopp se vieron sorprendidos por el empuje, el juego y las ganas de los locales, que suman ahora mismo pleno de victorias con nueve puntos de nueve posibles. Ollie Watkins fue el gran protagonista del choque con un 'hat-trick', aunque Jack Grealish, que hizo un partidazo, no se quedó atrás con su doblete de goles y asistencias.

En el cuadro 'red', hubo también varios protagonistas desde el punto de vista más negativo. Uno de ellos fue Adrián San Miguel, que tuvo que sustituir al lesionado Alisson. El portero español recibió los siete tantos de los 'villanos' y contribuyó enormenente en alguno, como por ejemplo en el 1-0. El ex del Betis regaló el primer gol tras un mal pase que acabó con la diana de Watkins. Pero el sevillano no iba a ser ni mucho menos el único de su equipo que iba a tener una noche para olvidar.

Klopp felicitó al Aston Villa por la exhibición

Poco después de un paradón de Emi Martínez, fichaje estrella del Aston Villa para su portería, Grealish y Watkins volvieron a retratar a los de Klopp con una combinación entre ambos que terminó siendo el 2-0. Pero Mohammed Salah​ no quería que los suyos dijeran adiós tan pronto al encuentro y puso el 2-1 en el 33. Pero las ausencias de Thiago Alcántara y Sadio Mané, positivos por coronavirus, y Jordan Henderson, lesionado, fueron demasiado para los de Anfield, que se hundieron con el paso del tiempo.

El partido fue un correcalles en el que el Villa hizo más por ganar y además estuvo mucho más acertado de cara a puerta. Además, los de Dean Smith tuvieron suerte en los rebotes, y convirtieron el tercero tras un remate de McGuinn que tocó en Virgil van Dijk, que tuvo un choque para olvidar. Antes del descanso, en el 39, Watkins completó su histórico triplete tras un buen centro de Trezeguet y un gran cabezazo suyo.

Grealish, amo y señor de la segunda parte

Tras el 4-1, se esperaba que en la segunda parte el Liverpool reaccionara y plantara cara, pero pasó todo lo contrario. Ross Barkley, recién llegado del Chelsea, marcó su primer tanto con su nuevo equipo y puso la 'manita'. Salah volvió a recortar distancias en el 59, pero no sirvió de nada, ya que siete minutos después, Grealish colocó el 6-2 tras un potente disparo que tocó en Fabinho. El propio Jack cerró la legendaria goleada tras definir bien en el uno para uno.