La Premier cada día demuestra por qué es la mejor liga del mundo. Después de caer derrotado ante el Brighton y el Brendfort en las primeras dos jornadas, el Manchester United pudo volver al sendero de la victoria ante el Liverpool (2-1), su eterno rival al que no le había podido sacar una victoria desde marzo del 2018.
El partido arrancó muy disputado como todo clásico y dejó claro que Erik ten Hag no tiene miedo de mover constantemente el banquillo, dejando a la figura de Cristiano Ronaldo en el ostracismo hasta los minutos finales. Sin embargo, el equipo mostró su mejor versión en Old Trafford, sobretodo en su faceta defensiva con Raphaël Varane y Lisandro Martínez como pilares en la zaga.
Los primeros minutos fueron para un United que atacó por los costados y se aprovechó de correr a las espaldas de Alexander-Arnold para generar peligro. Después de una clara ocasión de Elanga que pegó en el travesaño, fue Jadon Sancho quien se encontró con el esférico en el área a los 16' minutos y, con un recorte de fútsal, dejó regado a Allison Becker y a James Milner para rematar a puerta vacía y poner el (1-0) parcial en el marcador.
La primera parte fue dominada por los locales y las únicas jugadas importantes del Liverpool pasaban por los pies del colombiano Luis Díaz. De hecho, la oportunidad más clara llegó por un despeje de Bruno Fernandes que casi se marcha en propia, aunque por suerte fue salvado por Martínez sobre la línea de gol.
Desconcierto 'red'
La actitud de los de Jürgen Klopp cambió tras el paso por los vestuarios y empezó a adueñarse del encuentro, con transiciones más verticales y mayor fluidez en el recorrido del balón. No obstante, el bloque defensivo del United en campo propio generó un desconcierto en Jordan Henderson, lo que terminaría en un contragolpe de Marcus Rashford que ampliaría la ventaja (2-0) a los 53' minutos del complemento.
No fue hasta los 81' que un cabezazo de un desaparecido Mohamed Salah puso a los visitantes en el marcador, aunque la buena gestión defensiva impidió que los 'reds' pudiesen levantar el compromiso. Cristiano disputó los últimos cinco minutos con cara de pocos amigos mientras que Casemiro fue testigo de la hazaña desde la grada, esperando ser protagonista en el próximo compromiso liguero ante el Southampton.
Así las cosas, el Liverpool extiende crisis a tres partidos, en los que apenas ha sumado dos puntos de nueve posibles. Por su parte, los de Old Trafford ocupan la decimocuarta posición en la tabla con cuatro puntos y esperan que lo sucedido este martes no sea un espejismo, sino el resultado de un cambio de actitud oportuno para dar pie a una temporada ganadora.