—>
Ernesto Valverde, en una imagen de archivo

VALVERDE, UN NUEVO CASO

El Barça sigue cayendo en la trampa de mantener técnicos agotados

Publicación:6/01/2020 - 17:01h

Actualización:6/01/2020 - 17:01h

Con Ernesto Valverde al mando, el FC Barcelona está en una decadencia evidente pese al liderato de LaLiga. Se mantuvo tras las debacles de Champions, en un caso que recuerda a otros del pasado

Ver calendario del FC Barcelona

Cuando Ernesto Valverde llegó al FC Barcelona hace tres temporadas, se consiguió sobreponer a la baja de Neymar aportando sus ideas frescas que le fueron muy bien al equipo. El técnico extremeño solidificó el centro del campo a falta de un relevo fiable para el brasileño y ganó Liga y Champions con un juego que, aunque no era espectacularmente brillante, era sólido en defensa y efectivo en ataque.

Se ganó un doblete en esa primera campaña, aunque se fracasó en Champions League con una goleada de la Roma. Pese a ello, el Txingurri se había merecido seguir al mando del equipo otra temporada y lo hizo, pero el juego empeoró. El Barça perdió la fiabilidad que había ganado en defensa y eso lo acabó pagando con otra goleada histórica en Liga de Campeones contra el Liverpool y una derrota en la Copa del Rey.

El club catalán se agarró a que el equipo había ganado LaLiga -recordemos que ante un Real Madrid y un Atlético a muy bajo nivel como oponentes- y había llegado lejos en Copa y Champions para garantizar su continuidad. Resultadismo puro y duro. Durante la temporada, ya se vio a un Valverde agotado, con unas ideas caducas que ya no servían para levantar a un equipo que ganaba con lo justo y que iba de capa caída.

Ya fuese por resultadismo, por el ego de un Bartomeu que le había renovado en febrero y que no quería echarse atrás o por petición de la plantilla, Valverde se acabó quedando y el equipo puede pagarlo caro. Líder en LaLiga, sí. Líder en la fase de grupos, sí. Pero con una inoperancia frente a rivales complicados -y no tan complicados- que hace que si el equipo se la vuelve a pegar estrepitosamente en Europa -y lo que no es Europa- no será nada que extrañar.

Los síntomas del debilitamiento del equipo avisan y no son traidores. El Barça lo fía todo a las apariciones de Leo Messi, Luis Suárez y Antoine Griezmann y a las paradas de Marc-André ter Stegen. Y así no se gana a los mejores, como ya se pudo comprobar. El Real Madrid, el Atlético de Madrid, el Borussia Dortmund y el Inter de Milán demostraron hace poco que dejar en cueros al Barça ya está al alcance de muchos.

El Barça vuelve a tropezar con la misma piedra

Lo que sucedió el verano pasado con Valverde -mantenerle un año más pese al evidente declive del equipo- no es algo nuevo, sino que ya ocurrió. Frank Rijkaard es buen ejemplo de ello, ya que su temporada después del doblete fue decadente y, pese a ello, se le mantuvo en el cargo para, naturalmente, fracasar de nuevo. Recordemos también que la última temporada de Pep Guardiola y la de Luis Enrique también fueron las más flojas de sus etapas. Así pues, el ciclo puede repetirse.