El empate que el FC Barcelona ha certificado en Mestalla ha quedado empañado por la mala sensación que ha dejado la actuación arbitral de Iglesias Villanueva. Hay que reconocer el mérito de un Valencia que se atrevió contra el líder, pero cuando peor lo pasaban los 'che', el colegiado se comió un gol más que legal de Leo Messi. Y no es la primera vez que perjudica a los culés.
No hay que ir demasiado lejos para encontrar el último episodio flagrante contra los intereses del conjunto catalán, puesto que en este mismo año condicionó otro resultado fuera de casa. Fue el 9 de enero, en un encuentro correspondiente a 17ª jornada de la temporada 2016-17 y en una visita a Villarreal. Los hombres de Luis Enrique protestaron dos penas máximas cometidas por Bruno Soriano, una de ellas también muy fácil de ver (la de la imagen que preside la noticia).
Pero ante la desesperación de los futbolistas del Barça, Iglesias Villanueva no apreció las claras manos del centrocampista, y convirtió un penalti y expulsión en un córner, tras rebotar el disparo de Leo Messi en el brazo del rival. Aquel enfrentamiento, de la misma manera, acabó con 1-1 en el marcador, aunque la situación en la tabla clasificatoria era más grave que la actual.
Demasiado grave
Aun con el VAR llamando con fuerza a las puertas de LaLiga, parece demasiado grave el error cometido por Iglesias Villanueva y su asistente en Mestalla, muy mal colocado en una jugada en la que debería haber decidido mejor. El árbitro principal del duelo se fio de la decisión del linier, que reconocía ante el propio Leo Messi que no lo había visto cuando el argentino se acercó a pedir explicaciones en los instantes posteriores al final de la primera mitad.