Los cambios en el organigrama de los grandes clubes deportivos son movimientos habituales, pero tras algunos problemas el pasado verano y una diferencia de criterios entre varios de sus dirigentes, el FC Barcelona ha acabado con su proceso de renovación de sus sector ejecutivo. Ha bastado con añadir algunos nombres y dividir algunas secciones para afrontar con mayores garantías los desafíos que están por venir.
El último en subirse al carro del conjunto azulgrana ha sido Jordi Joly, que estará justo por debajo del CEO Óscar Grau y actuará como Director Corporativo. El catalán cuenta con una larga y dilatada experiencia en cargos similares, tanto en empresas de alto nivel como en organismos públicos como el Ayuntamiento de Barcelona.
El Comité de Dirección, por su parte, mantendrá sus miembros actuales y a ellos se añadirán Román Gomez-Ponti, director de la asesoría jurídica, Xavier de las Moras, director de riesgos corporativos, Pep Segura, director de fútbol, y María Vallés, directora de la Fundació FCB. En el caso de la sección de fútbol, se produce una bifurcación que dejará a Albert Soler como encargado del área de Deportes Profesionales y a Pep Segura al cargo exclusivamente del sector principal del club.
Mayores retos
El objetivo principal de este cambio es asumir con mayores garantías la consolidación del FC Barcelona como marca global. Precisamente, Guillem Graell dirigirá un área exclusiva, 'Marca Barça', que se encargará de esta labor. Además, se busca la profesionalización de todos los sectores del club, para un mejor desempeño en sus labores y una mejor gestión entre las entidades de máximo nivel.
En relación a la salida de Raúl Sanllehí, cobrará especial importancia Franc Carbó, que sustituyó a Óscar Grau hace un año en la dirección de la FCB Escola y pasará a dirigir la gestión deportiva, asumiendo algunas de las funciones que hasta ahora realizaban este y Josep Llorca, mano derecha de Pep Segura.