El 'caso Negreira' es uno de los temas más grandes y complejos en la actualidad del FC Barcelona. Recientemente, Joaquín Aguirre, el juez a cargo de este polémico caso, imputó a Joan Laporta, presidente del club, acusándolo de cohecho. Afirmó que los pagos realizados al exvicepresidente del Comité Técnico de Árbitros entre 2008 y 2010, durante el mandato anterior de Laporta, no han prescrito, ya que constituyen un "delito de cohecho continuado".
No obstante, se ha sabido recientemente que la Fiscalía Anticorrupción ha solicitado que no se impute al presidente azulgrana en el 'caso Negreira'. Argumentan que todos los delitos que los que el magistrado acusa al actual máximo representante de la institución culé ya han prescrito y, por lo tanto, han decidido apelar la decisión del juez.
¿En qué se basa la apelación de la Fiscalía?
La Fiscalía sostiene que el plazo de prescripción para Joan Laporta comenzaría cuando dejó la presidencia del Barça en 2010, fecha en la que se produjo el último delito. Teniendo en cuenta esto, y considerando que la denuncia se presentó en 2023, es decir, 13 años después y sin estar dirigida específicamente al catalán, estos presuntos delitos estarían prescritos, independientemente del tipo penal aplicable.
El Ministerio Público también argumenta que no tiene sentido perseguir a un mandatario por los actos cometidos por su sucesor, incluso si se construye el delito continuado, como lo hace el magistrado. Aunado a esto, enfatizan que "ni Rosell responde por lo que hizo Bartomeu después, ni Laporta por lo que hicieron estos dos presidentes que le sucedieron en el cargo".
Ahora, una vez que se ha apelado la decisión del juez, solo queda esperar el dictamen de la Audiencia de Barcelona, que deberá pronunciarse a favor del magistrado, manteniendo la imputación a Joan Laporta, o a favor de la posición de la Fiscalía. Esto, cabe destacar, debería resolverse en un plazo estimado de dos a tres meses.