La forma en que Laporta maneja el culebrón con Nike

El Barcelona debe solucionar todos los temas concernientes a cerrar con sus patrocinadores. Rakuten y Beko terminan sus contratos el próximo verano y la relación con Nike no está en su mejor momento.

El club debe cerrar un nuevo contrato después de que en 2018 caducara el acuerdo que firmaron en 2016. De acuerdo a lo informado por 2Playbook este viernes, el presidente del Barcelona, Joan Laporta, ha intentado frenar cualquier litigio o demanda que la compañía norteamericana intente introducir

Antes de las elecciones del nuevo presidente en marzo, el club había llevado adelante un carrusel de demandas contra Nike por la comercialización de artículos deportivos. En total estas facturas tenían un valor acumulado de casi 50 millones de euros. Fue la comisión gestora de Carles Tusquets quien las presentó y Laporta decidió suspender estas demandas para llegar a un acuerdo amistoso con la empresa norteamericana.

Demandas y descontrol

Ambas partes deben entenderse. La junta de Josep Maria Bartomeu anunció en 2016 la renovación del contrato con la empresa hasta 2028. El acuerdo era de 155 millones de euros anuales, 55 de los cuales son ingresos de patrocinio, 30 por inversión en marketing y el resto ingresos brutos que correspondían a la recuperación del negocio del retail.

Culemanía llegó a mencionar en su momento que los representantes de Nike y Barça nunca reflejaron en un contrato definitivo todas las condiciones y las acciones de ambas partes si eran parte de un precontrato o de lo que es conocido como un contrato short-term. El acuerdo a largo plazo debía haberse acordado en 2018, pero no pudo llegarse a un acuerdo definitivo.

Producto de la ausencia de un acuerdo definitivo y totalmente definido en todos los escenarios, tuvieron lugar no una, sino tres demandas judiciales: Una fue por impagos en los royalties por la venta de réplicas de camisetas, otro por la penalización que Nike imponía al Barça por incumplimientos y un tercer litigio por presuntos abusos de posición de dominio.

El equipo de Barcelona detectó que la marca americana no estaba pagando la liquidación que le correspondía por concepto de las réplicas. Estas se venden en varios negocios, no llevan el logo de la marca y también presentan una calidad inferior a las que se venden en las tiendas oficiales.

Este negocio lo lleva una empresa catalana llamada Roger’s y pagaba una cifra anual por del derecho de explotar el retail azulgrana. Gran parte de los 50 millones de euros que le reclamaba el Barça a Nike se deben a este tema.

Pacto amistoso

La junta directiva de Joan Laporta quiere un acuerdo amistoso. Quedan más de seis años de relación con Nike y es de las principales fuentes de ingresos de la escuadra catalana, más aún después de las salidas de Rakuten y Beko.

En los últimos presupuestos del conjunto azulgrana se tiene pronosticado un aumento de 24 millones de euros en el área comercial respecto a la temporada pasada. De 268 millones de euros a los 292. Sin embargo, no hay duda de que aún hay mucho trabajo que hacer