El Real Betis recibió al Real Madrid en el Benito Villamarín en un partido que terminó sin goles y permitió que el FC Barcelona se distanciara ahora a 9 puntos en la clasificación de LaLiga. En aquel partido en Sevilla, Vinicius volvió a ser protagonista en el equipo merengue, siendo el jugador más peligroso del ataque de los de Ancelotti, aunque Sabaly y Ruibal supieron pararle durante los 90’.

El futbolista madridista no solo destacó por su fútbol sino que también volvió a la carga con el tema de las protestas y quejas al colegiado después de casi todas las jugadas. Con el precedente de las protestas en el Clásico de la Copa del Rey, donde pudo ser expulsado por señalar a Munuera Montero, Vinicius se salvó de ver la amarilla en el partido del Betis por lo mismo.

Soto Grado permitió que el brasileño se quejase de manera airada, una decisión que provocó el enfado de la afición al ver que no actuó de la misma manera con Carvalho y Borja que, por lo mismo, si fueron amonestados. Por ello, Aitor Ruibal fue preguntado en zona mixta por la actitud de Vinicius sobre el campo. “Al final es su juego. Tiene que asumir que le den patadas porque intenta regatear mucho", aclaró en principio.

El defensor quiso dejar claro que "yo creo que al final entra mucho en el juego con la afición. Hoy lo he visto de cerca, está todo el rato hablando con ellos y es normal que te insulten. Yo voy a los campos de otros equipos y están los 90’ insultando. Al final la gente intenta desestabilizarte”, dijo Ruibal ante los medios de comunicación tras el encuentro de este domingo. 

Hay errores de parte y parte

Desde el lado del Madrid siguen asegurando que el jugador está siendo la víctima del ambiente del fútbol español, ya que en competiciones europeas no ha tenido ningún problema de ese estilo. Al parecer, las ganas de protestar cada jugada y jugar con la grada mientras disputa el partido no están relacionados con los tratos que puede recibir, más allá que hay varios que no están justificados bajo ninguna circunstancia.