¿Y Dembélé dónde estaba? Otra decisión extraña de Valverde

"La decisión la he tomado yo. Ha estado sin jugar y he decidido repetir con los delanteros con los que venía contando. Si viene Dembélé y perdemos, diríamos que no ha venido Ansu. Esto es así siempre. Hay más partido de aquí en adelante. Siempre se echan de menos a los que no han jugado”, dijo Valverde en sala de prensa tras la derrota contra el Levante, preguntado por la ausencia del 'mosquito'.

Unas explicaciones que no convencen demasiado, dadas las circunstancias. Ousmane Dembélé es uno de esos futbolistas distintos que pueden cambiar un partido, dado su desborde y su verticalidad, y ya su ausencia en la lista de convocados para el Ciutat de València le chirrió a más de uno. Luego se le necesitó, pero no estaba ni en el banquillo.

Hasta ahora, se desconoce si Valverde tomó la decisión de no convocar al francés por algún tema disciplinario pero, de no ser así, nadie puede entender que un futbolista llamado a marcar las diferencias se quede fuera del equipo. Y más teniendo en cuenta que llevaba dos partidos de Liga sancionado, sin jugar ni un solo minuto, y que en el último de Champions League solamente lo había hecho durante 20.

La lesión de Luis Suárez en el primer tiempo hubiese sido una buena oportunidad para que el francés jugase. Con el marcador a favor y con un Levante que hubiese dejado espacios atrás por tener que arriesgar para remontar era una situación ideal para las condiciones de Dembélé. Pero no. No estaba. La solución acabó siendo un Carles Pérez que se había tirado un mes sin jugar.

Valverde y las rotaciones

De momento, poco se entiende la gestión de Valverde en las rotaciones. Ansu Fati y el propio Carles Pérez estuvieron largas semanas sin jugar en partidos que, con el marcador favorable, hubiesen sido ideales para darles carrete sin presión. Este sábado, sí se tiró de ellos para que salvasen la papeleta de los 'mayores', que habían descarrilado contra el Levante y, naturalmente, no pudieron cambiar el signo del partido.

Mientras tanto, un jugador con el estatus de Dembélé, que ha demostrado ser un especialista para desatascar partidos, estaba en la Ciudad Condal. Ni en el banquillo. Rotado por decisión técnica después de haber rotado por obligación tras ser sancionado. Todo después de haber jugado buenos partidos desde su alta médica. Un caso muy extraño. Demasiado.