Griezmann y el eterno misterio de su posición ideal en el Barça

‘El Principito’ ha comenzado su segunda temporada como jugador blaugrana tal y como terminó el curso pasado: con cinceladas de buen fútbol, pero sin ser decisivo. El galo continúa sin encajar en el Barcelona, no tiene química con el equipo y su talento se pierde en la búsqueda de una posición ideal.

A su llegada al Camp Nou, Ronald Koeman aseguró que él visualizaba la posición perfecta para el ex del Atleti pero, de momento, no la ha plasmado. El holandés ha expresado que su función como entrenador es “poner a los jugadores en su sitio y sacar su máximo rendimiento” pero, aunque con Coutinho lo está logrando, al ‘Principito’ no lo ha terminado de ubicar.

Cuando Antoine Griezmann se convirtió en jugador blaugrana, se esperaba todo de él. Al principio, bajo el mando de Ernesto Valverde, consiguió dar las primeras muestras del talento que le llevó a convertirse en uno de los delanteros más importantes de la historia del Atleti, pero no fue suficiente. Consiguió conectar con Messi o Suárez en algunas oportunidades, pero no llegó a más.

Con Quique Setién jugó por ambas bandas y como falso 9. Inclusive, el técnico probó en alguna oportunidad el 4-3-2-1 para que Griezmann jugara más centrado. La dinámica del francés mejoró e influenció más en el equipo, pero no terminó encajando en el planteamiento blaugrana y, con la temporada recién comenzada, parece que la historia seguirá con el mismo rumbo.

¿Se está malgastando su talento en el Barça? La respuesta es no, pero la realidad es que no se están aprovechando totalmente sus habilidades y capacidades. En el curso pasado, se le vio jugar al galo cerca de la línea de fondo y por la banda derecha, posición en la que no logra destacarse por completo.

En el comienzo de la campaña 2020-2021, en los tres partidos el francés ha iniciado en la banda izquierda. No ha conectado con el equipo y, frente al Sevilla, en el primer tiempo, sólo intervino en siete oportunidades y falló dos ocasiones muy claras. Además, ha demostrado que no es el mismo de cara al arco. Dejó de atreverse y prefiere pasar el balón a un compañero antes de tener una oportunidad de definir él mismo.

Los tres entrenadores que han estado en el banquillo blaugrana desde la llegada de Griezmann no han logrado algo que el 'Cholo' Simeone, en el Atleti, y Didier Deschamps, en la selección francesa, sí consiguieron: darle un puesto en el que puede demostrar su talento y sobre todo, participar más en el juego y marcar más goles.

‘El Principito’ es un enganche que tiene que estar conectado constantemente al juego. Para mostrar su mejor versión, como lo hizo en su momento con la camiseta rojiblanca, debe jugar como segundo delantero, con un ariete por delante fijando a los centrales.

A Griezmann se le da bien jugar detrás de un punta, pero no lo ha conseguido en el Barça. Desde la temporada pasada, ha demostrado ser muy participativo en el juego defensivo blaugrana, además de ser sumamente generoso. Sin embargo, en un equipo como el Barcelona se pide que los de arriba marquen únicamente, no que trabajen tanto en el mediocampo como en otros equipos.

Griezmann no está feliz

Aunque el francés ha reconocido que es una persona sumamente tímida, siempre ha conseguido adaptarse a los vestuarios y combinar con sus compañeros. En el Barça, ha demostrado que no hay química y cada vez se le ve sonreír menos, dentro y fuera del campo, cuando su sonrisa era su marca en su etapa en el Atlético de Madrid.

Didier Deschamps, que le vio superar este miércoles a Zinedine Zidane como quinto máximo goleador de la selección francesa, sabe que Griezmann atraviesa un momento muy difícil en su club. El seleccionador señaló que no entiende el “hecho de que no esté jugando en una posición más centrada”, cuando allí es donde se ha destacado en Francia y el Atleti.