Malcom, sin suerte: Ha sido operado y no volverá a jugar hasta 2020

Malcom decidió marcharse del FC Barcelona​ este pasado verano ante la falta de oportunidades que estaba teniendo en el equipo azulgrana. En el Zenit de San Petesburgo le prometieron minutos, le ofrecieron un buen salario y además seguiría jugando la Champions League. Estos fueron los motivos por los que el brasileño hizo las maletas y cogió un avión para Rusia.

Pero los primeros meses del ex del Girondins de Burdeos en San Petesburgo no han sido los soñados. El extremo zurdo está viviendo un calbario desde que llegó y apenas ha podido disfrutar del fútbol esta campaña. Debutó contra el Krasnodar en agosto, jugó otros 45 minutos una semana después y, desde entonces, nada.

Le empezó a doler la cadera y los problemas han ido a más con el paso de las semanas. Los doctores le recomendaron reposo, pero las semanas fueron pasando, los tratamientos se sucedieron y el jugador seguía sin mejorar. Todo ha terminado desembocando en lo inevitable, la operación. El futbolista ha pasado ya por el quirófano y ya es oficial que no volverá a jugar hasta 2020.

La operación debería solucionar unos problemas que, tal y como él mismo reconoció, le han traído de cabeza estos meses. "Tengo una lesión muy delicada y sensible. Parece que duele uno o dos días y luego no siento dolor, pero cuando chuto con un poco más de fuerza me vuelve a doler", admitió el ex azulgrana hace semanas.

A pesar de todo, el brasileño pensaba que con fortalecer la zona acabaría recuperándose rápidamente, pero finalmente se equivocaba. "Tengo que hacer mucho gimnasio para fortalecerme. Los hinchas del club no se deben preocupar. Mi recuperación va a ser muy rápida y volveré a jugar lo más pronto posible", aseguró.

Malcom, un año y medio sin suerte

La fortuna lleva esquivando a Malcom desde hace un año y medio. En la temporada que pasó en Barcelona, el jugador se encontró con un entrenador que no le pidió, que no le quería y que nunca le dio las oportunidades que se mereció. Cuando el extremo marcaba, se pasaba cinco partidos sin jugar; cuando disputaba tres choques consecutivos a buen nivel, no jugaba ni un minuto en los tres siguientes. En Rusia esperaba darle la vuelta a su situación, pero se ha encontrado con este problema en la cadera que, de momento, sigue impidiéndole disfrutar de su profesión.