Pedri volvió a brillar y desatascó el juego del Barça en la 2ª parte

Pedri está siendo una de las grandes sensaciones de LaLiga y este domingo volvió a demostrar por qué en el Benito Villamarín. El mediapunta de Tegueste fue suplente contra el Real Betis, pero el FC Barcelona no carburó en la primera parte y Ronald Koeman tuvo que acudir a él para intentar solucionarlo. El canario saltó al terreno de juego en el descanso y logró mejorar sustancialmente el juego de su equipo.

El ex de Las Palmas salió como falso extremo sustituyendo a Martin Braithwaite y se colocó entre líneas para conectar el centro del campo con la delantera. Su habilidad para estar siempre en el lugar donde debe estar fue básico para que el Barça jugara a otra velocidad en los segundos 45 minutos. El tinerfeño supo perfectamente cuando acelerar y cuando frenar la jugada, y fue el mejor socio posible para un Leo Messi​ que también fue suplente.

El argentino salió en el minuto 57 para solucionar la papeleta y marcó solo dos minutos después de su entrada al campo. A partir del 1-1, los azulgrana fueron a más y mucha culpa de ello la tuvo Pedri, que supo juntar las líneas y que se movió con una inteligencia tremenda en todo momento. Además, hay que destacar que la joya barcelonista tuvo que cambiar de posición cuando Leo y Francisco Trincao salieron.

El rosarino tuvo total libertad de movimientos, aunque se movió sobre todo por derecha, mientras que el portugués comenzó por la izquierda. Con Ousmane Dembélé en el costado diestro y con Miralem Pjanic ya en el banquillo tras la entrada de Trincao, el de Tegueste tuvo que pasar al mediocampo con Sergio Busquets. Pero esta variación no impidió que el canario siguiera destacando gracias a su inteligencia y habilidad con el balón.

El Barça es peor equipo sin Pedri

Es impresionante la facilidad con la que Pedri se adapta a todo lo que le pide Koeman, ya que estos últimos partidos ha tenido que jugar tanto en la mediapunta como en el interior o incluso de mediocentro puro, y siempre lo ha hecho muy bien. En Sevilla no fue menos e incluso sin Busquets, que fue sustituido en el 78 por Samuel Umtiti, continuó brillando y aguantando el juego de posesión del Barcelona.

A sus solo 18 años, el techo del tinerfeño es el cielo y nadie sabe lo lejos que podría llegar si sigue evolucionando así. Tiene talento, inteligencia, personalidad y ética de trabajo de sobra como para ser uno de los mejores mediapuntas o centrocampistas del mundo. Por lo pronto, ya es indiscutible en el Barça, que sin él es peor equipo, tal y como ha quedado demostrado cuando no ha jugado.