Habían pasado 101 días desde que se confirmó la lesión de Ansu Fati, la enésima en su corta carrera. El atacante volvió a sentirse futbolista este domingo en la victoria del FC Barcelona contra el RCD Mallorca (2-1). Jugó los últimos 15 minutos para 'probarse', en medio de una ovación 'tremenda' del Camp Nou cuando ingresó la campo. Ansu supone la gran ilusión del barcelonismo a mediano y largo plazo y así se lo ha hecho saber la afición.
Entró al campo para reemplazar a un 'flojo' Pierre-Emerick Aubameyang en el 75 y se convirtió, junto a la victoria azulgrana, en la mejor noticia de la noche y, probablemente, de lo que va de año. Ansu Fati cayó lesionado en la eliminatoria de la Copa del Rey contra el Athletic de Bilbao, en San Mamés, y desde entonces había estado 'KO' por una lesión en el tendón proximal del bíceps femoral del muslo izquierdo.
En ese partido, había ingresado al terreno de juego en el minuto 61, para reemplazar a Ferran Jutglà, pero no pudo completar la prórroga después de sentir un pinchazo que le obligó a pedir el cambio. Las peores noticias se confirmaron pronto y Ansu se encontró frente a la incertidumbre de operarse o no. Se negó, pese a la recomendación del club, y todo este tiempo ha estado en la enfermería.
Ha sido un momento muy, muy esperado para el barcelonismo y toma más valor en el momento que regresa. El Barça atraviesa una delicada situación deportiva y se han esfumado las buenas sensaciones que había conseguido el equipo en febrero o marzo. El gol se le está resistiendo mucho a los culés y Ansu será clave para el último 'punch' de esta temporada.
Mucho camino por recorrer
Contra el Mallorca se ubicó como delantero centro, acompñado por Dembélé en el extremo derecho y Memphis en la izquierda. No fue capaz de aparecer mucho en el juego ofensivo azulgrana y evitó exigirse de más. Terminó tocando cinco balones, ganando un duelo y dando tres pases con éxito a los blaugrana. El camino es largo, pero con Ansu siempre hay sorpresas.