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Ronald Koeman en el Gamper contra el Elche

CONDICIONADO POR LESIONES Y FALTA DE FICHAJES

El trabajo silencioso de Koeman en el Barça: adaptación constante

Publicación:24/12/2020 - 08:16h

Actualización:25/12/2020 - 20:23h

Ronald Koeman no está teniendo unos primeros meses fáciles en el FC Barcelona pero, pese a ello, está adaptando sus ideas a unas circunstancias extremas

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El FC Barcelona no dudó a la hora de confiar en Ronald Koeman como el encargado de liderar el nuevo proyecto del FC Barcelona desde el banquillo. El holandés gustaba por varias cosas: por conocer perfectamente la filosofía de juego del club, por haber sido una leyenda como futbolista azulgrana, por su sentimiento culé y por tener las ideas muy claras y no dejarse influir por el entorno.

Así fue como Ronald Koeman decidió cambiar los esquemas del FC Barcelona, abandonando el 4-3-3 más habitual en el equipo azulgrana durante las últimas dos décadas e implantando el 4-2-3-1 que tan bien le funcionó en su anterior etapa como seleccionador de los Países Bajos. El problema fue que, tras un inicio esperanzador, apareció un problema con el que no contaba: las lesiones.

Varios jugadores fueron cayéndose de los planes de Ronald Koeman por culpa de los problemas físicos, siendo Jordi Alba, Philippe Coutinho o Ronald Araújo ejemplos de ello durante semanas. Pero las noticias catastróficas llegaron con las lesiones de larga duración de piezas clave como Gerard Piqué, Sergi Roberto o Ansu Fati, algo que añadía dificultades para gestionar una plantilla que ya era corta de por si.

Ronald Koeman no tuvo en verano los fichajes que quiso -se quedó sin Memphis Depay (Olympique de Lyon) y Eric García (Manchester City)- y, además, fue perdiendo piezas en su plantilla. Fue entonces cuando el holandés supo que tenía que reinventar su esquema para readaptarlo a las nuevas circunstancias de lesiones constantes. En un nuevo escenario, ese 4-2-3-1 que se mantenía incuestionable al principio fue mutando.

Dado que el centro del campo era la zona que menos lesiones había sufrido, Ronald Koeman regresó al 4-3-3 con resultados un tanto irregulares. El problema es que el holandés perdió también a Ousmane Dembélé y, en una baja añadida a la de Ansu Fati, se quedó sin extremos puros en la plantilla. Algo que convirtió el 4-3-3 y el 4-2-3-1 en esquemas estériles y previsibles en ataque por el perfil de los jugadores.

El último invento de Ronald Koeman fue un 3-4-2-1 con una intención clara: añadir un central más para que los laterales tuviesen total libertad para actuar como falsos extremos y abrir el campo. Una decisión tan inesperada como inteligente que demuestra que el holandés, pese a las injustas críticas a las que se está enfrentando, tiene recursos. Sin fichajes y con múltiples lesiones, el holandés está sacando al equipo adelante y ello es de admirar.

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