Así le arrebató el Real Madrid al Barça el fichaje de Rodrygo

FC Barcelona y Real Madrid se encuentran a menudo en el mercado de fichajes, y recientemente han vivido batallas sonadas. Una de las que Florentino Pérez no se perdona es la de Neymar, que tenía muy adelantada su mudanza al Santiago Bernabéu pero acabó desembarcando y triunfando durante varias temporadas en el eterno rival. Hace apenas unos meses, el presidente 'merengue' construyó su particular venganza.

En las últimas semanas, en la capital se ha puesto de moda el nombre de Rodrygo Goes, que ha estallado en el primer equipo después de pasarse un tiempo fogueándose en el filial. El de Sao Paulo recibió una oportunidad de Zinedine Zidane y no la ha desaprovechado, porque acumula seis tantos y una asistencia en seis partidos (370 minutos), con un 'hat-trick' al Galatasaray en la Champions League incluido.

No hace tanto, eran los culés los que estaban a punto de fichar al brasileño, que se escapó por la intervención inesperada de los blancos. Según el diario 'Sport', en la Ciudad Condal ya se había preparado una estrategia para hacerse con sus servicios, que quedó en nada cuando el dirigente madridista entró en escena y apostó todo lo que tenía para añadir otra carta a su baraja, tras haber comprado también a Vinicius Jr.

La obsesión de Florentino por encontrar al nuevo Neymar le llevó a invertir más de 100 millones de euros en dos posibles herederos, con los que realizó una ofensiva calcada. El citado medio especifica que se invirtieron 45 en concepto de traspaso, ocho para la prima de incorporación y ocho de comisiones a los agentes para sacar al carioca del Flamengo, y exactamente el mismo gasto se repitió en la negociación con el Santos.

A mediados de 2017, los azulgrana llegaron a un acuerdo con el de Osasco, y el siguiente paso era hablar con el 'peixe'. Tanto el joven como su familia estaban convencidos con la oferta procedente del Camp Nou, pero las conversaciones entre clubes no fueron tan positivas. En Vila Belmiro no aceptaron entrar en valoraciones y su máximo mandatario, José Carlos Peres, se remitió a los 50 'kilos' de su cláusula de rescisión.

El Barça mantenía la calma porque el entorno del punta le remitía su confianza, hasta que en la partida hizo su aparición el Madrid. El presidente santista estaba amenazado por una moción de censura debida a su mala gestión, que había sumido al equipo en una delicada situación económica, y la locura que le proponían desde Chamartín podía salvar sus cuentas. En Barcelona no anticiparon este movimiento porque creían que con 'Vini' sería suficiente, ya que ambos futbolistas comparten posición y ya se hizo un desembolso notable por el primero.

Una reunión de José Ángel Sánchez con Peres bastó para llegar a un acuerdo que dejó a los catalanes sin posibilidad de contraataque. Meses después de los contactos barcelonistas, el director general blanco sabía que en Anfield se encontraba una expedición paulista, que se había desplazado en plena preparación de la selección brasileña de cara al Mundial de Rusia. Se pusieron sobre la mesa 45 millones de euros, 20 de los cuales se ingresarían de forma inmediata, y el 'sí' no tardó en llegar.

El padre de Rodrygo llegó incluso a disculparse con los azulgrana, con los que rompió un pacto verbal sellado un tiempo atrás. La operación se salía de los parámetros establecidos en la directiva culé, que contemplaba cerca de un millón de prima mientras que los 'merengues' rompieron la banca con los ocho mencionados. Florentino no quería dejar escapar otro tren, y a base de chequera logró apartar a su histórico adversario.

El tiempo dirá si la apuesta del Madrid es provechosa

Aunque los inicios de Rodrygo apuntan muy alto, el tiempo dirá si el desembolso del Madrid fue muy caro o muy barato, teniendo en cuenta que el glo de Vinicius, para quien el curso pasado ya se pedía el Balón de Oro, está empezando a pincharse. En el Bernabéu ya se celebra una victoria en los despachos ante un Barça que busca sus promesas de futuro, y que en próximas negociaciones deberá esforzarse para que sus deseos no se tiñan de blanco.