El actual delantero del Manchester City, Gabriel Jesus, juega en el equipo inglés desde la temporada 2016-2017. Los 'sky blues' pagaron su cláusula de rescisión; desembolsaron al Palmeiras, su club de origen, 32 millones de euros. El delantero brasileño, en aquel momento, estaba en las listas de todos los equipos grandes, incluyendo al Barça.

El equipo azulgrana llegó a gestionar el contrato del delantero, pero finalmente se echó atrás. La cifra que había que pagar para el traspaso del jugador era muy alta, en aquel entonces, para una promesa de 19 años. Paradójicamente, ayer se presentó Francisco Trincao, tiene la misma edad que Gabriel Jesus en 2016 y costó un millón menos.

André Cury era, entonces, el responsable de los fichajes del Barça en los países latinoamericanos. Advirtió al club de la excelsa calidad del jugador y recomendó su fichaje a pesar de su cláusula ya que aseguraba que tenía proyección. Se comunicó con el club para decir que era una perla que volaría ese mismo verano. Acertó.

El club culé decidió no entrar en una pugna con el resto de los equipos de Europa por Gabriel Jesus. Lo dejó bien claro el director deportivo del Barça, por aquel entonces, Raül Sanllehí, y así se lo comunicó al club brasileño.

Lo cierto es que el club venía de hacer una meterse en una operación parecida, y la experiencia no había sido muy buena. Estamos hablando del caso Gerson. Otro jugador brasileño que se disputaban varios equipos. Finalmente, cuando parecía que el Barça lo iba a incorporar, terminó llegando a la Roma. Como con Malcom, pero al revés. Vueltas de la vida.

La ruptura del mercado futbolístico

Parece mentira como ha cambiado el mundo del fútbol. Algunos dicen que fue la entrada del euro, otros, la venta de Neymar, etc. El caso es el siguiente: el Barça no fichó en su momento a un jugador como Gabriel Jesus por 32 millones cuando ahora fichar a Reinier por 30 es una operación brillante. Tendremos que ver cuanto les cuesta ahora si finalmente quieren que juegue en el Barça.