Si bien el FC Barcelona cuenta con buenos efectivos en el centro del campo, la posible venta de Frenkie de Jong buscando hacer caja y liberar masa salarial de cara a una nueva ventana estival de pases obligaría a la búsqueda de un jugador con un perfil similar al del neerlandés. El elegido sería Carlos Soler; sin embargo, fuentes cercanas al club han indicado que no será un reemplazo para de Jong.
Las cualidades de Soler han llamado la atención de la directiva y su fichaje estaría bien encaminado. Con su llegada, se reforzaría la medular al tiempo que se incrementarían las opciones de Xavi Hernández al momento de elaborar sus alineaciones de cara a un partido. El aún jugador del Valencia ya ha sido convocado por Luis Enrique para la selección española y ha dejado buenas sensaciones.
El contrato del valenciano quedará sin efecto el verano de 2023, por lo que desde la entidad catalana ya se han iniciado algunos acercamientos en procura de un eventual fichaje. El director de fútbol del club azulgrana, Mateu Alemany, es uno de los mayores impulsores de la contratación del centrocampista, que no se encuentra a gusto con el entrenador del equipo 'che', José Bordalás.
El riesgo para el Barça
No obstante, al igual que ha ocurrido con otras operaciones semanas antes del inicio del mercado de verano, el Barcelona corre el peligro de que el fichaje termine por caerse. Desde el Valencia quieren renovar a Soler con una oferta de 2,8 millones de euros por temporada. Esto no cambiaría los planes de su salida, pero también le siguen otros clubes como el Liverpool, la Juventus o el Atlético.
En caso de firmar su renovación, el coste de su traspaso podría alcanzar los 40 millones de euros, en tanto que su cláusula de 50 'kilos' se mantendría. El equipo quiere hacer caja, mientras que Soler pide un incremento salarial que colocaría su ficha a la par de Gonçalo Guedes, pero desde el club no tendrían esta intención. Entretanto, el tiempo jugaría a favor del Barça.