Aleix García se ha convertido en el gran objetivo del FC Barcelona para reforzar su centro del campo en este mercado de fichajes de invierno. Sin embargo, los culés ahora mismo están 'atados de pies y manos' por culpa del Fair Play Financiero y hasta el día de hoy ni siquiera ha podido inscribir todavía a Vitor Roque, hasta ahora la única llegada confirmada para este mes de enero.
Fichar al pivote catalán va a ser muy complicado, ya que además de los problemas con el límite salarial está la inflexible postura del Girona. Los del Alt Empordà no van a poner facilidades para la salida de su estrella, por lo que el Barça tendrá que apretar y ofrecer el dinero que reclaman (los 20 millones de euros de su supuesta cláusula) o hacer una propuesta de intercambio muy atractiva.
Al hilo de un posible trueque, un jugador que entrará casi al 100% en el mismo sería Pablo Torre, que actualmente está cedido y que gusta a Míchel. No obstante, en clave Barcelona hay que preguntarse si a los azulgrana les saldría a cuenta perder el control en el cántabro, que pese a no haber explotado aún esta campaña y tampoco hacerlo la pasada, es muy joven y tiene mucho potencial.
El Barça no debería perder el control de Pablo Torre
Meter al ex del Racing en esta operación implicaría traspasarle, ya que el Girona no aceptará otra cosa. En ese caso, el Barça deberá asegurarse de tener algún tipo de opción de compra o el 50% de sus derechos deportivos, para de esta forma poder 'repescarle' por menos dinero si tiene nivel para volver. Guardarse el 50% de los derechos de una futura venta, como con Juan Miranda en el Betis o Jean-Clair Todibo en el Rennes sería insuficiente a no ser que también hubiese un derecho de 'tanteo' para tener prioridad por encima de otros clubes.
Aleix tiene 26 años y muchos años de carrera al máximo nivel por delante, pero Torre tiene solo 20 y aún tiene toda su vida deportiva frente a él. Sin embargo, hay que decir que García está ahora mismo en su 'prime' y Pablo ni siquiera se ha asentado todavía en la élite. A corto plazo, si el mediocentro mantiene su nivel actual, el Barcelona saldrá ganando sin duda, especialmente teniendo en cuenta su imperiosa necesidad de fichar un pivote. Con el cántabro habrá que esperar unos años aún y no hay certezas de que llegue hasta donde apunta por calidad.
No obstante, sí hay que aclarar que el 'techo' del aún jugador culé cedido en el Girona parece mayor que el de su actual compañero. La 'joya' de Soto de la Marina tiene un golpeo al nivel de los mejores, es bastante dinámico, tiene calidad y a 'priori' solo su ética de trabajo podría alejarle de ser un futbolista de primer nivel. Arriesgarse a perder el control de alguien con el potencial de Pablo no es conveniente y en el Barça deberían tener esto claro a la hora de negociar este posible intercambio.