Fue en verano cuando Kika Nazareth cruzó las puertas del estadio Johan Cruyff, y pocos imaginaban que su velocidad se convertiría en algo tan importante para el FC Barcelona Femenino. La centrocampista llegó con un aire de esperanza para el equipo, y en pocos meses se ha establecido como una pieza fundamental para el Barça.
Desde su primer encuentro como culé, frente al Levante, y su primer gol, Kika ha demostrado que su fichaje ha sido una apuesta ganadora. Con un estilo que mezcla una técnica depurada y una visión de juego casi intuitiva, ha encajado perfectamente en el equipo azulgrana. Cada vez que la portuguesa toca el balón, sus movimientos no solo crean jugadas, sino también un espectáculo para aquellos que tienen la suerte de verla en acción.
Su adaptación ha sido un proceso natural e impresionante
Integrada de lleno en el esquema de juego del equipo de Pere Romeu, Nazareth ha mostrado una versatilidad que la ha llevado a ocupar diferentes roles en el mediocampo: desde organizadora, lanzando pases a la delantera hasta incisiva interior, sin temor a buscar la portería.
El impacto de Kika va más allá de las estadísticas. En sus primeros meses, ha contribuido con goles decisivos y asistencias, dándole 3 puntos al FCB en su primer encuentro y marcando contra el SKN St.Pölten en la fase de grupos el pasado 12 de noviembre. Suma ya un total de doce partidos con el Barça siendo titular en cuatro de los siete encuentros disputados en la Liga F, lo que demuestra cómo su presencia en el once inicial ha ido en aumento.
Tanto su entrenador como sus compañeras han destacado su trabajo y capacidad, y, sobre todo su rápida adaptación, tanto en el equipo como en su nueva vida en Barcelona, como, por ejemplo, aprendiendo catalán, algo que compartió en sus redes sociales. La pregunta que surge ahora es: ¿hasta dónde podrá llegar Kika con el FC Barcelona Femenino? Si estos primeros meses son un indicativo, el horizonte de Kika Nazareth no tiene límites.