La selección de Argentina cayó en su debut en los Juegos Olímpicos de París en un partido que cayó casi en el surrealismo. Y es que casi horas después de que Cristian Medina anotara el 2-2 ante Marruecos cuando se jugaba el minuto 106 del tiempo reglamentario, todo fue revertido y el conjunto albiceleste terminó marchándose a los vestuarios con un 1-2 final ante Marruecos.

El tanto argentino se anuló por fuera de juego, una acción que fue revisada por el árbitro del partido, con asistencia del VAR, más de una hora y media después de haberse finalizado el encuentro, el cual acabó con una invasión al campo por parte de la afición marroquí. El sistema informativo de los Juegos indicó que el partido estaba interrumpido, y no finalizado, por lo que finalmente la jugada se revisó.

Messi tiene claro que se trató de una situación difícil de creer

Posteriormente, llegó la reanudación del encuentro con 1-2 en el marcador, a puerta cerrada, sin público en las gradas del estadio Geoffroy-Guichard y con tres minutos más por jugarse, aunque nada cambió. Tras toda esa polémica situación, varios actores principales de Argentina se pronunciaron, y el más importante de todos fue sin duda Leo Messi, quien dejó su postura muy clara en redes sociales.

El delantero, al igual que lo hiciera su excompañero y entrenador de la selección Argentina Sub-23, Javier Mascherano, quien alegó que lo sucedido era un "circo". Leo, por su parte, dejó un "Insólito" y un emoji sonrojado en su cuenta oficial de Instagram, dejando así su apoyo al que también fuera su compañero en el FC Barcelona, y sumándose a la indignación generada por la decisión del arbitraje, y también por la mala organización y manejo por parte de los Juegos.

Más reacciones que dejó la polémica del primer día de los Juegos

Rodrigo De Paul fue otro de los futbolistas argentino que usó Instagram, "Más que nunca con ustedes. Pueden contra todos", remarcó el jugador del Atlético de Madrid. En cuanto a los futbolistas que estuvieron sobre el campo, el guardameta Gerónimo Rulli afirmó: "Fue vergonzoso. Nos sentimos usados", sentenció uno de los tres refuerzos del equipo argentino. "Salimos porque nos dijeron que el show debe continuar. Esto no es serio, no es profesional", resaltó el portero, quien está junto a Nicolás Otamendi y Julián Álvarez como los jugadores mayores de 23 años en la plantilla argentina.