A Valverde se le llena el vestuario de últimas oportunidades

Tras un inicio de siglo plagado de éxitos, el FC Barcelona afronta el primer bache después de una de las etapas más exitosas de su historia. El conjunto azulgrana no quiere alejarse de los títulos y es por eso que ha traído a un Ernesto Valverde que debe empezar una remodelación paulatina. El equipo mantiene muchas cosas buenas, pero entre sus tareas están corregir errores y garantizar una plantilla competitiva y duradera, que pueda seguir reinando en el viejo continente durante muchos años.

Su misión no va a ser nada sencilla, primero por el altísimo nivel de los equipos Champions y segundo porque podría llevarse por delante a algunos de los actuales inquilinos del vestuario. Y es que en el club ya hay varios futbolistas señalados, jugadores que podrían marcharse si no cumplen las expectativas y no soportan la presión que supone jugar en el Camp Nou.

Uno de ellos es Arda Turan, con un caso que evoluciona día tras día y que no acaba de dejar claro si el turco seguirá o no vistiendo la camiseta azulgrana. Lo que está claro a día de hoy es que el de Estambul está muy lejos de su rendimiento en el Atlético de Madrid y que si acaba quedándose afrontará una reválida a los ojos de Valverde y de la afición, muy dura con los fichajes tras las últimas decepciones.

Precisamente una de ellas fue la incorporación de André Gomes, otro centrocampista que convenció en Mestalla pero acabó desesperando a la parroquia culé. El portugués no se ha adaptado a la exigencia de la medular barcelonista, y aunque el club le ha reiterado su confianza en varias ocasiones, podría pensar en un traspaso para evitar el juicio constante al que se somete al jugador, que debe mejorar tanto su nivel de juego como su implicación.

A la espera de confirmar más bajas en una plantilla en la que sobran nombres como el de Thomas Vermaelen o Munir, hay futbolistas que también deberán dar un paso al frente. De la mano de Valverde se espera que algunos jóvenes como Denis Suárez o Lucas Digne aumenten su rendimiento en una temporada en la que el equipo estará de nuevo bajo los focos.

Iniesta, un caso excepcional

Aunque él mismo confesó sentirse muy tranquilo y afirmó que su intención siempre ha sido retirarse en el Barça, Andrés Iniesta sigue envuelto en dudas por un contrato que expira en junio de 2018 y que aún no se ha sentado a renovar.

Se espera que durante la temporada sea el propio manchego el que evalúe sus posibilidades y se sincere con el club, decidiendo hasta donde llegará su trayectoria como azulgrana. A pesar de no tratarse de una reválida, este curso sí podría presentarse como el principio del fin de la carrera del de Fuentealbilla, que aunque aseguró que le quedan varios años más de fútbol podría estar cerca de colgar las botas. Sólo el tiempo lo dirá.