El FC Barcelona está muy cerca de recuperar, finalmente, a Ansu Fati. Después de que se anunciara su lesión muscular en el bíceps femoral del muslo izquierdo tras el partido contra el Celta de Vigo, el delantero de 19 años ha entrado en una convocatoria (pendiente del alta médico), ve la luz al final del túnel y regresa a la dinámica azulgrana en un momento muy importante para los culés, en el que disputarán la Supercopa de España, con el Real Madrid como primer obstáculo en las semifinales.
El calvario de Ansu está llegando a su fin. Han sido poco más de dos meses en los que el canterano ha estado trabajando sin descanso para volver a estar al 100%. Los servicios médicos no han querido arriesgarse en ningún momento y, aunque ha acumulado en las últimas semanas varios entrenamientos con el resto de sus compañeros, han decidido esperar hasta ahora para darle el alta médica. Así lo anunciaba Xavi el viernes: "Contra el Granada no estará disponible, pero sí para la Supercopa. Ha trabajado muy bien y nos ayudará mucho. Tiene que estar al cien por cien. No hay que correr riesgos. Tiene que tener buenas sensaciones físicas y queremos reservarlo para la Supercopa".
Así pues, Ansu estará presente en el decisivo choque ante el Real Madrid, este miércoles a las 20:00 horas, en el King Abdullah Sports City. No se prevé, si recibe el alta médico, que se 'estrene' como titular y es probable que siga la misma línea de cuando volvió de su lesión a finales de septiembre. De poco a poco para evitar sorpresas. En cualquier caso, en Can Barça hay ilusión y confianza absoluta en el futbolista de 19 años.
En medio de la tormenta que vive el Barça, en todos los sentidos, Ansu se presenta como la gran esperanza de todos los azulgrana y él está encantado de asumir la responsabilidad en el ataque del equipo. No le pesa el '10' a sus espaldas ni la necesidad tácita de reemplazar a Leo Messi. Todo lo contrario. Cuando ha estado, ha respondido y, sobre todo, ha sido clave, como en su debut después de casi un año en el dique seco, contra el Levante, en el que se reencontró con el gol después de tantos meses (y lucha).
Ansu puede ser clave, pero necesita compañía
En esta temporada, desde su regreso, solo ha podido disputar ocho partidos, cinco en Liga y otros tres en la Champions League, con un saldo de cuatro goles y una asistencia en 366 minutos. Sale a gol o pase cada 73 minutos. Tiene la intención de mejorar sus cifras y ayudar al Barça en tiempos tan complicados y en los que el equipo parece no tener respuesta.
Eso sí, toda la responsabilidad no puede caer en Ansu Fati. No puede ser el único que despierte la ilusión o, al menos, las ganas de pelear. Gran parte del vestuario culé, la mayoría, debe dar un paso adelante y demostrar que hay ganas de luchar en esta temporada y revertir un comienzo de curso que ha sido, como poco, tenebroso. La Supercopa es la primera gran oportunidad.