El pasado mercado de fichajes de invierno, el Arsenal fichó a Martin Ødegaard procedente del Real Madrid. Sin embargo, el noruego no habría sido la primera opción sino que fue Riqui Puig, centrocampista del FC Barcelona, el futbolista que Mikel Arteta quería para completar su centro del campo. No obstante, el Barça prefirió retenerle para no acortar más su plantilla.
El periodista italiano Fabrizio Romano desveló lo sucedido. "Al principio del mercado de fichajes, el Arsenal realizó un serio intento para traer a Riqui Puig cedido con una opción de compra, en un acuerdo similar al de Ødegaard. El Barcelona decidió esperarse unas semanas para valorar qué opinaba Koeman y el propio jugador. A mediados de enero, el club dio su negativa y quería retenerlo", aseguró.
Desde que Ronald Koeman llegó al banquillo del FC Barcelona, el protagonismo de Riqui Puig ha sido muy escaso. El canterano ha tenido minutos en cuentagotas y, pese a la lesión de Philippe Coutinho y a la salida de Carles Aleñá como cedido al Getafe, el canterano ha seguido siendo exactamente lo mismo para el técnico holandés: un revulsivo para partidos en los que el marcador está en contra.
Pese a que Riqui Puig suma muy pocos minutos esta temporada, en todos los partidos que ha disputado ha dejado la sensación de ser un jugador muy aprovechable y que debería tener opciones de pelear por la titularidad. Es un centrocampista con cien por cien 'ADN Barça' y derrocha talento a montones, además de unas cualidades en el pase y la circulación que podrían beneficiar mucho a los delanteros.
Desde algunos medios de comunicación se aseguró que Ronald Koeman tuvo un importante rifirrefe con Riqui Puig a principios de temporada, ya que le consideró un filtrador de información. Dado el evidente talento y servicio que el canterano puede brindarle al equipo, el enfado del holandés parece poder ser la única explicación lógica para que este no tenga más minutos.
Riqui Puig, con más opciones desde que se juega con 4-3-3
En los últimos partidos, Ronald Koeman ha recuperado el 4-3-3 clásico en el FC Barcelona, el que emplea dos interiores. Riqui Puig se siente especialmente cómodo en este rol, ya que es la posición natural que ha ocupado en las categorías inferiores. Habrá que ver si, con la irregularidad de resultados, el técnico culé da su brazo a torcer con el joven centrocampista.