Hace unos días, Arthur pisó por primera vez el Camp Nou con la timidez de sus 21 años pero con las ideas muy claras, advirtiendo que "No soy Xavi o Iniesta, soy Arthur", y explicando que acercarse a los logros de los dos ex capitanes del FC Barcelona sería un triunfo para su propia carrera. Lejos de enzarzarse en comparaciones y presiones, el brasileño quiere adaptarse cuando antes para poder ganarse un sitio, y para ello ha encontrado una figura clave en el club.
El de Goiania sabe que si quiere ser un habitual en el once debe convencer a Ernesto Valverde, y es por eso que le atiende como los alumnos escuchan al profesor. "Es muy inteligente. Está atento al mínimo detalle. Siempre está pendiente para corregir, tiene las cualidades que debe tener un entrenador", destacaba tras uno de sus primeros encuentros, valorando que el Txingurri también le preste mucha atención: "Está al lado, te explica y te da confianza".
Aunque el ex del Gremio de Porto Alegre llega con la ventaja de encarnar el célebre 'ADN Barça', el extremeño debe ser quien le de luz verde, algo que ha demostrado que cuesta mucho ganarse. Philippe Coutinho fue quien lo logró más rápido, porque a los canteranos les ha llevado más esfuerzo y a Yerry Mina le ha dejado por el camino, quizá por la desventaja de llegar sin el estilo, a media temporada y sin experiencia en Europa, este último punto un asunto contra el que también deberá luchar el recién llegado.
Valverde debe ser valiente con Arthur
Más allá de los logros de una campaña que habla por sí misma, de los pocos reproches que se pueden hacer a Valverde es su tendencia a ser algo conservador, jugándose todo con sus hombres de confianza y arriesgando poco en sus elecciones. Con dos referencias como Sergio Busquets e Ivan Rakitic, a Arthur le conviene que haya cambio de planes, porque si no, lo va a tener más que complicado.
En su segundo curso al frente del Barça, el técnico espera subir un punto de atrevimiento en sus planteamiento, algo que beneficiará a las rotaciones, a los jóvenes y también a los fichajes, entre los que quiere destacar el brasileño. En pocas palabras, los jugadores deben entregarse al Txingurri, pero este también debe responder a su confianza con valentía, dando más oportunidades en los momentos adecuados.
Esta alternativa parece haberla asimilado a la perfección el centrocampista, que es todo un ejemplo en los entrenamientos que ha completado a la fecha: Mira, escucha, atiende, pregunta y se machaca como el que más, un camino que si sigue le va a reportar muchos éxitos vistiendo de azulgrana. Su aventura ya ha empezado, y está buscando las mejores opciones para ganar.