El FC Barcelona completó este sábado la tercera jornada de LaLiga, y apenas acumula un triunfo, un empate y una derrota. Los catalanes han combinado rachas de juego con muy buenas sensaciones con despistes graves y minutos en los que el desorden se ha apoderado del equipo, lo que les ha dejado, de momento, lejos de la lucha por el liderato. Toca empezar a cambiar esta tendencia.

En la Ciudad Condal han perdido a varios de sus referentes en la delantera, y eso ha pasado factura. Es evidente que Leo Messi o Luis Suárez no arreglarán los problemas defensivos, pero sus tablas y su capacidad anotadora podrían haber resuelto más de un compromiso complicado, igual que la efervescencia de Ousmane Dembélé. Las bajas, eso sí, no son excusa para un campeón que tiene una plantilla capaz de superar cualquier desafío.

Los problemas de los culés son visibles e identificables, lo que obliga aún más a poner remedio cuanto antes. El campeonato de la regularidad siempre ofrece margen para la reacción, pero el tren del primer puesto se escapa y habrá partes de la temporada en la que se echarán en falta los puntos que ahora se están escapando. Estos son los aspectos a corregir en el conjunto azulgrana:

Los errores del Barça, línea por línea

Defensa

La llegada de Ernesto Valverde devolvió la solidez al Barça, que en este inicio de curso se está mostrando demasiado frágil. Poco se puede reprochar a un Marc-André ter Stegen vendido en la mayoría de goles encajados, en los que las responsabilidades se deben reclamar a otros. Aunque las incorporaciones al ataque se mantienen muy vivas, existen numerosos desajustes en las marcas, lo que ha provocado que algunos atacantes peligrosos -Aritz Aduriz o Roberto Torres- puedan marcar casi a placer. El equipo se muestra demasiado partido y se ve superado en número en demasiadas ocasiones, por lo que hay que recuperar el engranaje entre la medular y la retaguardia para blindar la portería.

Centro del campo

Apenas dos citas fuera de casa han bastado para ver que la presión de los rivales desactiva a los azulgrana con demasiada facilidad. Se esforzó el Athletic Club en morder en la zona de creación y copió su estrategia Osasuna, y ambos lograron sacar una de las peores versiones de su rival. Si los contrarios aislan a una pieza clave como el pivote -sea Sergio Busquets o Frenkie de Jong-, los interiores deben multiplicarse para que el once no se rompa, ya que que esto ha provocado un peligroso desguarnecimiento hacia atrás y un atasco monumental hacia adelante.

A pesar de tener muchas opciones distintas, la sala de máquinas ha chirriado en varios encuentros, en los que ha sido muy complicado conectar con los atacantes. Esto se ha sumado a las ausencias para confirmar a un equipo romo, al que sólo las sustituciones han rescatado y a menudo han aportado una mayor fluidez. Es urgente encontrar la mejor configuración para no empezar pasando tantos apuros, ya que en sus tres apariciones ligueras, los culés han arrancado con gol en contra.

Delantera

La delantera del Barça debe mejorar su movilidad y su toma de decisiones, a la espera de que lleguen refuerzos de calidad. Si hay excusa posible, es que Leo Messi, Luis Suárez y Ousmane Dembélé no son bajas cualquiera, y más cuando Antoine Griezmann acaba de llegar y se está dependiendo de canteranos como Carles Pérez o Ansu Fati, que necesitan una pausada y detallada fase de adaptación.

Los espacios que ofreció el Real Betis no los concedieron Athletic Club y Osasuna, y eso ahogó por momentos a la escuadra barcelonista. Fuera de casa habrá que acostumbrarse a abrir cerrojos a base de combinaciones, y a darle apoyos a un Griezmann aislado al que ya está claro que no se puede rescatar con centros por alto. En este aspecto tiene también mucho que ver el centro del campo, que debe apoyar con consistencia en las ofensivas de los carrileros y los puntas.