El FC Barcelona es el club de la élite del fútbol europeo que más problemas económicos ha atravesado debido a la mala gestión de su directiva. Con ello en mente, los catalanes son el equipo con los sueldos más elevados de todo el mundo, y ahora, según el periodista Lluis Canut del programa 'Onze' de TV3, estos serían los jugadores del plantel que más cobran anualmente.
La lista la encabeza Gerard Piqué. El zaguero tenía una ficha anual de 28 millones de euros netos, y fue uno de los futbolistas que accedió a rebajarse el sueldo al comienzo de temporada. Sin embargo, en base a lo que afirma Canut, el nacido en Barcelona lo habría cobrado todo gracias a una prima de fidelidad que le recompensa por cumplir su contrato.
Después del español, le siguen el capitán Sergio Busquets con 23 millones y Jordi Alba con 20, ambos pertenecientes a las 'vacas sagradas' de la institución. También figura en la lista Samuel Umtiti con 20 'kilos'. El francés es uno de los integrantes de la plantilla que están en la rampa de salida, ya que no tiene la confianza de Xavi y está entre los mejores pagados dentro de la entidad. Philippe Coutinho se suma con 16 y es otro que tiene el pase libre para salir este mismo mes. La lista la completan Marc-André ter Stegen con 14, Ousmane Dembélé y Sergi Roberto, ambos con 12 respectivamente. Un total de 145 millones en solamente ocho jugadores.
El tema salarial es una problemática que dejó el mandado de Josep Maria Bartomeu, y que está intentando resolver la nueva directiva encabezada por Joan Laporta. Por este motivo es que la 'operación salida' es tan importante en este mercado invernal. Además, este registro sería actual, y no contempla los 135 millones brutos que cobraba Lionel Messi, ni los 21 que recibía Antoine Griezmann. Una barbarie total.
Liberar masa salarial es el verdadero objetivo
La escuadra de la Ciudad Deportiva Joan Gamper ha tenido a varias piezas en el radar durante la ventana de traspasos. A pesar de ello, es imposible efectuar algún movimiento sin dar salidas. El límite salarial está a tope, y no permite la inscripción de ningún jugador al primer equipo por el 'fair play' financiero. Es por ello que movimientos como el de Álvaro Morata deben pasar a un segundo plano.