Ya hace casi dos años que Arthur Melo llegó al FC Barcelona y, desde entonces, su figura se considera clave para el futuro del equipo. El brasileño fue uno de los grandes descubrimientos de Robert Fernández, anterior secretario técnico azulgrana, que accedió a pagar 30 millones al Grémio de Porto Alegre por el que consideró el heredero natural de Xavi Hernández.
Naturalmente, el egarense es una leyenda culé y posiblemente el mejor centrocampista de la historia del fútbol, pero está claro que, salvando las distancias, Arthur guarda ciertas similitudes con él en cuanto al perfil de juego. El brasileño es un jugador que asegura el pase, que pierde muy pocos balones, que sabe distribuir el juego y que se encuentra muy cómodo en un equipo que ataca y defiende mediante la posesión de la pelota.
La llegada de Quique Setién el pasado mes de enero fue una apuesta del club para recuperar la esencia de ese juego de posición que se había perdido en años anteriores y es ahí donde se considera a Arthur un factor diferencial. El brasileño, junto a Frenkie de Jong y Riqui Puig, debe ser uno de los pilares para recuperar ese estilo que enamoró al mundo años atrás y que laureó al FC Barcelona más que nunca en su historia.
Es cierto que, desde que llegó, Arthur ha generado dudas a causa de su poca continuidad, ya sea por las lesiones, por motivos extradeportivos o por la irregularidad de su juego. Pero también es cierto que el talento natural que ha mostrado en grandes citas es considerado una buena base para verle como un titular potencial durante la próxima década, ya que a sus 23 años todavía le queda proyección.
Según las informaciones publicadas por el Mundo Deportivo, el FC Barcelona intuye que recibirá numerosas ofertas por Arthur en verano pero, de ser así, la respuesta será la misma: que el brasileño es intransferible. Pese a esa irregularidad antes mencionada, su talento y su juventud pesan más de cara a enderezar su carrera, que promete ser exitosa si se centra y si sus problemas físicos le dejan tener continuidad.
El rol de Arthur
Durante su carrera, Arthur ha demostrado ser un jugador muy capacitado para hacer jugar al equipo desde el círculo central. En el FC Barcelona se le pide, además, que se despliegue más en tareas ofensivas y que no tenga miedo a la hora de avanzar, algo a lo que todavía debe acostumbrarse. Si tanto él como De Jong consiguen dar esos aportes extras a su juego, pueden ser una pareja de interiores más que interesante para el equipo.