La participación de Riqui Puig en la temporada 2021-22 se resume en 380 minutos sobre el campo, con un gol en 15 apariciones con el FC Barcelona. El de Matadepera solo ha jugado 25 minutos en los últimos cuatro meses, por lo cual la directiva considera indispensable darle salida en verano, incluso con carta de libertad si no llegan ofertas por él. Con contrato hasta junio de 2023, el tiempo del centrocampista en Catalunya parece haber terminado.
De acuerdo con el diario 'SPORT', el consenso de la directiva es que “Riqui Puig debe salir sí o sí este verano”. Está claro que Xavi Hernández no confía en el jugador de 22 años, quien no ha jugado un minuto en los últimos 10 partidos del Barça. Su última aparición data del 13 de marzo en la goleada ante Osasuna (4-0). Ese día disputó 17 minutos en Camp Nou y convirtió un gol, su único tanto de la temporada.
La última vez que Riqui disputó 90 minutos fue el 2 de enero en campo del Mallorca (triunfo 0-1). Las numerosas bajas obligaron al técnico egarense a apostar por un once totalmente alternativo ese día y el centrocampista cumplió. Sin embargo, cuatro días más tarde llegaría su 'sentencia'. Xavi le puso de arranque ante Linares por los dieciseisavos de final de la Copa del Rey (victoria 1-2), pero tras una primera parte gris de todo el equipo le sustituyó en el descanso.
A partir de entonces, solo se vio a Puig 17 minutos ante Osasuna y ocho más ante el Napoli en Italia (2-4). 25 minutos que reflejan su condena al ostracismo, lo cual tampoco ha ayudado para sumar clubes interesados en el centrocampista. De hecho, han sido muy pocas las consultas por su situación, tanto así que la directiva optaría por darle la carta de libertad con un año de antelación, ya que una cesión tampoco parece ser una solución viable.
El club prefiere dejarle ir gratis este mismo verano
Para el Barça, lo ideal sería venderle por una cifra cercana a los 10 millones de euros, aunque de momento no hay ofertas formales. Otra alternativa sería aplicar un plan similar al de Samuel Umtiti: renovarle para bajar su salario y, allí sí, buscarle una cesión. Sin embargo, esta sería la opción menos viable para la directiva, cuya misión es aligerar la plantilla y darle salida a todos los jugadores con los que Xavi no cuente. De esta manera, el futuro de Riqui Puig en el Barça está cerca de resolverse de una manera triste, pero aparentemente inevitable.