¡Buenas noticias para el FC Barcelona! En la sesión de entrenamiento de este domingo, posterior al empate ante el Atlético de Madrid en el Camp Npu (0-0), los jugadores realizaron trabajos de recuperación para comenzar a prepararse para el choque de este martes ante el Levante, por la jornada 36 de LaLiga, con la sorpresa de que Sergio Busquets estuvo presente.
El centrocampista asistió a la Ciutat Esportiva y, aunque estuvo alejado de sus compañeros, realizó trabajo en específico, con la atención de los servicios médicos del club, atentos a cómo avanza en las próximas horas de su pequeña fisura en el maxilar superior, que sufrió en el partido ante el Atlético.
Aunque el FC Barcelona anunció que Busquets "progresa favorablemente", los doctores ni staff técnico quieren apresurarse o arriesgarse a un problema mayor, por lo que será mañana, después de las 11 horas, cuando los médicos decidan si está en condiciones de viajar con el resto de sus compañeros a Valencia para el partido de este martes ante el Levante, a partir de las 22:00 horas.
Cabe recordar que, en el choque entre blaugrana y 'colchoneros', el de Badía abandonó el campo pasada la media hora de partido tras haber sufrido una conmoción tras un golpe con Stefan Savic en la disputa de un balón dividido en la que Busquets se llevó la peor parte, razón por la que abandonó el terreno de juego por unos minutos. Volvió a ingresar, pero se rompió automáticamente.
El centrocampista pidió el cambio e Ilaix Moriba le sustituyó. Inmediatamente, le llevaron a un centro hospitalario para examinar las posibles consecuencias del duro impacto, pero se encontraba en buenas condiciones y con ánimo. Superado el episodio, el club anunció que sufría una fisura en el maxilar superior.
Al final de temporada, ¿con Busquets?
Todo apunta a que Sergio Busquets no será baja por mucho tiempo y que podría colarse en la convocatoria para el partido ante el Levante. Es uno de los pilares del Barça y su ausencia es un dolor de cabeza para los de Ronald Koeman. Ya ante el Atleti al equipo le cambió la cara y se dificultó la salida de balón, por lo que en este momento el barcelonismo cruza los dedos para que esté en las últimas tres finales.