La edad es algo inexorable en el mundo del fútbol y antes o después todos los futbolistas acaban siendo víctimas de ella. Desde hace unos años, Sergio Busquets está sufriendo en sus carnes las consecuencias de cumplir años. El declive del catalán comenzó hace ya un par de temporadas, pero su calidad ha ido maquillando su bajón físico hasta el momento. El problema es que cada vez es más complicado solucionar los errores que le causa su fecha de nacimiento.
El centrocampista defensivo del FC Barcelona cumplió 32 años el pasado 16 de julio, una edad que en condiciones normales no debería ser excesivamente alarmante, pero que en su caso lo es y mucho. El internacional español cada vez sufre más en transiciones, cada vez falla más en el pase porque ya no es capaz de jugar a la velocidad de antes y, en resumen, cada vez es más una carga que una solución para el Barça.
Ante el Real Madrid, en el Clásico, Fede Valverde le retrató con una impresionante carrera a la que Busquets ni siquiera corrió. Tras su mala actuación frente a los madridistas, Ronald Koeman decidió no ponerle en Turín en un choque que requería del físico y de la fortaleza de la que Sergio ya carece. Salió en la segunda parte y no desentonó, pero tampoco brilló excesivamente. Tras mejorar sus sensaciones, su técnico decidió apostar por él contra el Alavés.
El problema es que ante los alavesistas el mediocentro volvió a naufragar en transiciones y fue ahogado por la presión de los vitorianos en la primera parte. El de Badia no carburó, perdió demasiados balones, no supo salir a la presión y completó unos primeros 45 minutos para el olvido. Su nefasta actuación hizo que Koeman decidiera sustituirle al descanso para dar entrada a un Miralem Pjanic que sí rindió y que hizo funcionar al Barcelona.
El bosnio le dio a los culés todo lo que Busquets no estaba pudiendo aportar y el conjunto barcelonista mejoró muchísimo. Mérito suyo, pero también demérito de Sergio, que hizo que cualquier mediocampista que aportara criterio, velocidad en la circulación y más físico, pudiera destacar. La cruda realidad es que el catalán ya no está para dar todo esto, al menos no en grandes dosis, que es lo que se le exige cada vez que es titular.
Busquets tiene complicado brillar con Koeman
En un rol más determinado, con menos exigencia y más arropado en el centro del campo, no hay duda de que el '5' todavía tiene muchas cosas que aportar. Su facilidad para jugar a uno o dos toques sigue ahí, igual que su visión e inteligencia. El problema es que en un doble pivote como el que quiere Koeman va a tener complicado brillar, ya que el Barça necesita cosas que su edad no le permiten dar. Parece que el entrenador de Zaandam está tomando nota, pero Sergio es una leyenda, tiene mucho peso y será complicado que deje de ser importante. Algo que no va a ser positivo para el crecimiento del Barcelona.