El FC Barcelona tiene la suerte de tener a uno de los mejores guardametas del mundo en su plantilla. Marc-André ter Stegen, desde su irrupción en Can Barça, ha demostrado ser un jugador clave para los azulgrana. En esta temporada, sobre todo, su papel ha sido protagónico y se ha convertido en uno de los 'culpables' de que el conjunto azulgrana esté vivo en dos competiciones.
Lo cierto es que no siempre fue así. El alemán vivió una dura competencia con Claudio Bravo y tuvo que remar bastante para llegar a ser un 'peso pesado' en el Camp Nou. Su juego con los pies, reflejos y la capacidad para anticiparse a los delanteros rivales le han convertido en un referente para los blaugrana y disipado todas las dudas que en el comienzo tuvo a su alrededor.
La última vez que Ter Stegen disputó la final de la Copa del Rey fue en la edición del 2015-2016, cuando no era el portero que jugaba más partidos al año con la elástica azulgrana. En ese entonces, compartía la posición con Claudio Bravo, que jugaba LaLiga. Cabe recordar que, desde los tiempos de Pep Guardiola en el Barça, se rotaba a los porteros y, Ter Stegen no era el primero.
En aquella oportunidad, los blaugrana se impusieron ante el Sevilla por 2-0 para consumar el doblete de Liga y Copa de la temporada. Después de ese curso, Ter Stegen se volvió en el portero titular del Barça y pasó a jugar la Liga Santander y Champions League.
El crecimiento de Ter Stegen
Desde la final en el Vicente Calderón hasta la de este sábado, en La Cartuja, han pasado muchos años, experiencias y un crecimiento muy importante de Ter Stegen que le ha convertido en una referencia en el conjunto azulgrana. Es un líder y una seguridad bajo los tres palos. Comete muy pocos errores, convirtiéndose en el ángel guardián de los culés bajo los tres palos.