Las claves del éxito de Ansu Fati, presente y futuro del Barça

Después de haber visto la ‘Generación de Oro’ de La Masía, de donde salió Lionel Messi, era poco probable que se repitiera la historia de éxito de un jugador que fuese capaz de llegar a lo más alto tras salir de la cantera blaugana. A Ansu Fati le falta mucho por recorrer y aprender, pero en apenas un año jugando en el primer equipo del Barça, ha demostrado que se convertirá en uno de los mejores jugadores en el futuro.

En el momento en el que el mundo vio a un talentoso joven de 16 años debutar con la camiseta blaugrana, se confirmó que se algo grande venía. Ansu Fati ha sido implacable y ha superado récord tras récord sin ningún esfuerzo. Desde su primera aparición, frente al Betis durante la pasada temporada, dejó la impresión de que podía ser importante para el Barcelona. Y vaya que lo ha sido.

Además de su talento futbolístico, lo que más caracteriza a Ansu es su valentía. Desde su debut con el Barça y hasta sus repetidas actuaciones con la selección española, con apenas 17 años, lo ha demostrado. No ha habido un asterisco en su desempeño y se perfila como la próxima estrella del fútbol español y, más impresionante aún, como el relevo de Lionel Messi en el Barcelona.

Sus inicios como culé

La historia de Ansu Fati en el Barcelona, donde se ha desarrollado como profesional, inició en el 2012, cuando el club catalán lo fichó de la cantera del Sevilla junto a su hermano, Braima Fati. Su calidad no había pasado por desapercibida durante el año en el que se formó en tierras sevillanas y recibió ofertas de clubes como el Real Madrid, Betis y Zaragoza, entre otros.

Ansu comenzó su carrera en el Barça jugando en el Alevín A de Marc Serra donde, junto a Takefusa Kubo, se convirtió en la ‘dupla letal’ del equipo y una de las figuras del conjunto, en el que se desempeñaba como punta. En ese momento anotó 56 goles, y ya los entrenadores lo tenían en sus listas como uno de los talentos más importantes de la generación de 2001, aunque él nació en el 2002.

Su crecimiento no tuvo barreras y, junto a Kubo, se convirtió en uno de los responsables de la consecución del prestigioso torneo MIC, en donde el Barça derrotó al Real Madrid de Guti en la final de 2013 y se impusieron también en el mediático torneo de alevines de la Liga, disputado en Granada, donde ganaron al Valencia con Ansu y Kubo como máximas estrellas.

Su progresión se vio detenida cuando la FIFA le sancionó por un asunto burocrático. No podía jugar con el Juvenil B ya que era menor de 15 años y después sufrió una grave fractura de tibia y peroné que lo mantuvo por varios meses fuera del terreno de juego. Sin embargo, Ansu comenzó a demostrar cuán valiente y persistente era.

Tras su lesión, comenzó a jugar como extremo izquierdo en el Juvenil A, tras una recomendación de José Mari Bakero, lo que provocó que su rendimiento mejorara. El resto, es historia. Ansu Fati consiguió debutar en el primer equipo del Barcelona en agosto del año pasado bajo las órdenes de Ernesto Valverde y desde entonces, ha mostrado un rendimiento extraordinario a tan corta edad.

Le llueven los récords

Una temporada después de su debut, su consistencia y confianza le han permitido, con apenas 17 años, convertirse en uno de los cracks de la actualidad del fútbol europeo. Se convirtió en el jugador más joven en debutar con el Barça (con 16 años y 298 días) y destronó a Leo Messi como el goleador más joven del club, así como en la Champions League la selección española.

Fati marcó su primer gol en LaLiga Santander frente al Osasuna, con 16 años y 204 días, superando a Bojan y Messi. Dos semanas después, se convirtió en el jugador más precoz en anotar y dar una asistencia en un partido de Liga, frente al Valencia. Su primer doblete lo marcó con 17 años y 94 días.

En la Champions League ha superado todas las expectativas y marcas. Con 17 años y 40 días, se convirtió en el jugador más joven en marcar en la competición, superando al ghanés del Olympiacos, Peter Ofori-Quaye, que lo había hecho con 17 años, seis meses y nueve días.

En la selección española, bajo las órdenes de Luis Enrique, también se convirtió en el goleador más precoz de la historia, tras anotar el 3-0 de ‘La Roja’ frente a Ucrania, en la Nations League, con 17 años y 311 días, consiguiendo romper su quinto récord antes de la mayoría de edad, que alcanzará el próximo 31 de octubre.