Ni una queja ha salido desde el seno del FC Barcelona sobre la actitud de Antoine Griezmann tras su primera semana de entrenamientos. Siquiera el hecho de que el club azulgrana haya mantenido conversaciones con el Atlético de Madrid sobre un intercambio con Saúl Ñíguez ha hecho torcer el gesto del delantero francés desde que se reincorporó a la disciplina del equipo de Ronald Koeman, donde tiene contrato hasta 2024.
Trabajo, máxima disposición ante las intensas sesiones de los primeros días y también buen humor y espíritu de grupo con un compañerismo que siempre le ha caracterizado que llegó al vestuario del Camp Nou en julio de 2019. Y es que si hay algo que nadie ha podido negar nunca son las ganas de triunfo del galo.
Solo se marcharía de vuelta al Atlético
Griezmann piensa exclusivamente en el Barça, y solo si el club azulgrana le presentara una propuesta que le interesara podría plantearse una salida. Y a día de hoy, únicamente podría acceder a regresar al Atlético de Madrid, pues sabe que cuenta con el pleno apoyo de Diego Simeone.
Joan Laporta, presidente del Barça, dejó abierta el pasado jueves la posibilidad de una salida para el campeón del mundo en 2018, una de las fichas más altas de la plantilla. Es por tanto que su traspaso parecía estar a un paso de realizarse debido a la necesidad del club de rebajar la masa salarial.
Por su parte, las imágenes divulgadas en distintos medios, con multitud de sonrisas, son solo una demostración de ese talante siempre positivo que desprende Antoine, plenamente convencido de ser muy útil para el Barça de Ronald Koeman pese a las informaciones divulgadas sobre el ‘peligro’ que significaría la llegada de Memphis Depay y Ousmane Dembélé.
Griezmann, reconocido
El delantero francés ya marcó 20 goles, cinco más que en la primera, y sirvió 11 asistencias, siete más que en la campaña 2019-20. Griezmann es feliz en Barcelona. A sus 30 años se siente importante, con ganas de competir en un gran ataque con futbolistas de la categoría de Lionel Messi, Ansu Fati, Ousmane Dembélé, Sergio Agüero y Memphis Depay.
Antoine fue reconocido por la grada en el segundo amistoso del Barça en la pretemporada, ante el Girona. La afición barcelonista lo aplaudió y él les agradeció su calor, reencontrándose así de manera emotiva tras 17 meses. Cuando apareció en el Estadi Johan Cruyff, con 2.858 culés en las gradas, hubo aplausos sonoros.