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Griezmann, durante un entrenamiento

EL GALO SE DEFINE

La confesión de Griezmann: "Yo no sé regatear"

Publicación:22/11/2019 - 01:32h

Actualización:22/11/2019 - 10:13h

Antoine Griezmann fue uno de los protagonistas de un acto de Puma junto a Luis Suárez, Umtiti, Oblak y Dzsenifer Marozsán. El galo habló sobre su estilo de juego

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Antoine Griezmann se convirtió en el fichaje estrella del FC Barcelona el pasado verano, con el permiso de Frenkie de Jong. No obstante, el francés no parece encontrar en el Camp Nou las sensaciones que sí tenía en el Atlético de Madrid, donde era el indiscutible líder ofensivo del conjunto colchonero.

Este jueves, el 'principito' fue uno de los asistentes a un evento de Puma para presentar el nuevo modelo de sus botas, las Future Flash. El delantero galo acudió junto a sus actuales compañeros de equipo Luis Suárez y Samuel Umtiti, el portero con el que coincidió en el Atlético, Jan Oblak, y la jugadora Dzsenifer Marozsán.

Sobre sus cualidades de juego, Griezmann se sinceró y admitió que "yo no sé regatear, me gusta jugar a uno o dos toques, con velocidad", confesando así una de sus carencias y estableciendo su perfil de juego. El francés añadió que se siente cómodo cuando "la salida de balón es limpia" y que le gusta "llegar a puerta".

Lo cierto es que Griezmann tiene grandes cualidades que se adaptan perfectamente al estilo de juego del FC Barcelona. Es cierto que al francés le está costando adaptarse, pero ahora llega el momento de tener paciencia con él y apoyarle. Triunfó con el Atlético de Madrid y lo sigue haciendo con Francia, por lo que se espera que acabe brillando también en el Camp Nou.

Fuerte apuesta del Barça con Griezmann

Antoine Griezmann es un futbolista que estaba en la cabeza de la directiva del FC Barcelona​ desde hacía dos veranos. En el de 2018, todo parecía atado para que el francés llegase al Camp Nou, pero finalmente el propio jugador se echó atrás. En 2019, ante una nueva oportunidad, el galo no quiso dejar pasar el tren del equipo culé, que pagó 120 millones por su traspaso.

Esos 120 millones de euros fueron de la cláusula de rescisión que el jugador tenía estipulada en su contrato con el Atlético de Madrid. Una cláusula que, un año antes, era de 100 'kilos', por lo que los culés pagaron un sobreprecio de 20 millones un año después, demostrando así la fe ciega en que el francés acabará triunfando.