Con el parón de selecciones desde el próximo 20 de marzo, este mes de marzo respecto al fútbol se irá bastante rápido, algo que hace que en los despachos del FC Barcelona tengan que trabajar de forma más acelerada en la planificación del próximo curso. Uno de los puntos importantes en el Camp Nou es qué hacer con un Jordi Alba que tiene contrato hasta 2024, pero que ya ha perdido la titularidad.

El segundo capitán del equipo ha sido desplazado de forma evidente por un Alejandro Balde que ya está entre los futbolistas más prometedores del mundo. La potencia física, la técnica, la capacidad de sobreponerse ante el rival una y otra vez, han hecho que el canterano culé ponga sobre la rampa de salida al que había sido el titular de esa posición durante la última década.

Con este escenario el Barça se encuentra ante dos posibles soluciones, o quizás tres. La primera, y más obvia, es intentar conseguirle un nuevo club a Alba y así ahorrarse su último año de ficha, una que no es para nada baja. De esta manera el campeón de Europa con el club en 2015 podría seguir siendo titular, quizás en la Serie A de Italia, y además dejaría algún ingreso en las arcas culés, por bajo que este fuese.

De esta manera todas las partes podrían salir beneficiadas, aunque quedaría seguramente esa interrogante de si Balde podrá convivir con la titularidad absoluta en su segundo año en la élite del fútbol mundial. Con esta pregunta surge la segunda opción, la cual llevaría al club a mantener al experimentado defensor en la plantilla, pero intentando reducir ese último año de salario al explicarle que ya no es un futbolista titular de la plantilla. 

En ese caso todo quedará de parte de la buena voluntad del jugador, ya que al tener su contrato firmado por la próxima temporada, y sin restricción de tener que bajarse la ficha para continuar por escrito, el Barça estaría a merced del jugador. Precisamente esto llevaría al tercer escenario, en el que simplemente no habría ningún cambio o negociación y Jordi Alba cumpliría sin alteraciones su último año de contrato en el Camp Nou.

¿Qué decisión beneficia más?

Con todo esto desplegado, el Barça debe preguntarse, deportivamente hablando, qué es lo que más le sirve para seguir fortaleciendo la proyección de Alejandro Balde. La prioridad ahora mismo en esa posición es el canterano, y con Marcos Alonso ya renovado, no necesitaría a Alba como alternativa de rotación, aunque sí en el caso de que quisiera seguir aprendiendo más de un perfil de lateral ofensivo que tantos frutos dio en los últimos 10 años.

La contra parte de esta continuidad estaría en tener a una de las 'vacas sagradas' del equipo condenado a la suplencia, algo que tarde o temprano hará que Balde deba ir al banquillo en algún partido en el que realmente no esté necesitando descansar. Esto podría frenar su confianza y rendimiento, teniendo además sobre el campo a un jugador que es superior al chaval en muy pocos aspectos del juego actualmente.